Seis meses. Ese es el tiempo medio que tarda en venderse un inmueble teniendo en cuenta ciertas variables como el precio, los metros y la ciudad.
Sin embargo, plataformas tecnológicas como la italiana Casavo han demostrado que solo hace falta tener una valoración real para poder vender casa a través suyo en tan solo una semana.
¿Cómo consiguen un logro de este tipo? Siguiendo su modelo de negocio, basado en el concepto de instant buyer. Esto significa que, quien de verdad esté dispuesto a agilizar al máximo la venta de su vivienda, podrá usar sus servicios para, en menos de 48 horas, recibir gracias al algoritmo que utilizan, una valoración que tenga en cuenta todos los parámetros de zona, metros, años de construcción, etc.
Hay que tener en cuenta el objetivo final de esta plataforma: hacerse de forma rápida con el inmueble ya que se encargará ella misma de llevar a cabo las obras y reformas necesarias para que el mismo vuelva al mercado lo antes posible, actualizado.
Y, vistas las cifras, su modelo de negocio funciona: más de 1000 inmuebles en toda Europa en 2019 por un valor que supera los 250 millones de euros.
La ventaja para vendedores de acogerse a este tipo de plataformas, más allá obviamente de la velocidad de transacción, tiene que ver con el seguimiento. Cuentan con grandes profesionales que pondrán todo en marcha y acompañarán al vendedor sin necesidad de más de dos visitas para cerrar el trato y estar citándose en el notario.
Además, al ser empresas que se basan en la interpretación de datos, no tanto en la parte sentimental del inmueble, no necesitan el flechazo sino que vean la viabilidad de la vivienda en su contexto de ciudad, simplificando las conversaciones hasta encontrar el punto común en precio para poder venderlo, a veces, en menos de una semana.