Es muy típico comenzar las vacaciones con el firme propósito de seguir una dieta sana y sin excesos, haciendo ejercicio para complementar esos buenos hábitos de alimentación. Pero lo cierto es que el verano está lleno de tentaciones: tardes de playa que se prolongan hasta casi la noche y no dejan tiempo para hacer ejercicio, tapitas y mojitos son tan solo algunas de las muchas causas que impiden a muchas personas cumplir con sus objetivos.
Pero el tiempo de relax finaliza, y a la vuelta a la rutina, muchas personas se encuentran con que su cuerpo ha acumulado grasa y, por tanto, algunos kilos de más. No obstante, no se trata de un problema que no tenga solución. Más bien tiene varias. Volver a una alimentación equilibrada y hacer ejercicio son sin duda algunos pasos básicos para recuperar la línea, y que resultan absolutamente imprescindibles para volver a lucir la figura que se tenía antes de empezar las vacaciones.
No obstante, si se quiere contar con una ayuda extra y eficaz para que la grasa vuelva a su sitio cuanto antes, sin duda alguna una de las mejores medidas es acudir a un circuito de aparatología específica. Así lo señalan expertos en medicina estética. A la hora de terminar con esa grasa localizada más difícil de eliminar, especialistas en la materia proponen combinar tres procedimientos médico-estéticos distintos. En concreto, recomiendan una sesión semanal, durante nueve semanas, de las siguientes técnicas.

Mesoterapia
La mesoterapia corporal se basa en la infiltración de principios activos alopáticos u homeopáticos en aquella zona del cuerpo en la que se quiere experimentar la mejora. Para escoger un tratamiento determinado habrá que estudiar el tipo de grasa a tratar, junto con el aspecto de la piel. A través de una serie de aparatos, los profesionales controlan la profundidad de la infiltración y la dosis correcta. Los expertos señalan que se trata de una técnica de lo más precisa.

Carboxiterapia
Por su parte, la carboxiterapia está recomendada especialmente para tratar la celulitis y la flacidez. Para realizarla se infiltra gas CO2 (dióxido de carbono) a través de una aguja pequeña, en la zona que se debe tratar.
El intercambio gaseoso que se produce permite la oxigenación del tejido, restaurando la microcirculación y estimulando la síntesis de colágeno, todo lo cual mejora la elasticidad de la piel. Este proceso origina una distensión del tejido celular subcutáneo, gracias a lo cual se libera bradiquinina, serotonina, histamina y catecolaminas, estimulando receptores betaadrenérgicos. Esto lleva a la descomposición de la grasa, lo cual se conoce con el nombre de lipólisis.ç

Radiofrecuencia
Este es un tratamiento que actúa como aliado de los dos anteriores, además de ser una técnica de lo más eficaz a la hora de combatir la celulitis. La radiofrecuencia se realiza mediante un calentamiento superficial y profundo de la piel y el tejido adiposo, favoreciendo el drenaje linfático, aumentando la circulación en la zona y estimulando la formación de colágeno nuevo.