Suso Domingo Madrid. Era noticia el pasado día que “Un cantón suizo aprueba en referéndum la regulación de la eutanasia en hospitales y residencias de ancianos”.
Y es que el cantón suizo de Vaud será el primero que contará con una ley para regular la asistencia al suicidio en las residencias de ancianos y en los hospitales.
Las autoridades cantonales optaron por someter a referéndum la propuesta de eutanasia y explicaron, con un argumento sin ninguna base razonable, que es mejor regular la asistencia al suicidio que oponerse a ella.
Cabe recordar también que todos los partidos políticos del cantón de Vaud recomendaron votar a favor de la propuesta que por supuesto fue aceptada pero por solo el 62 % de los votantes. Ante estos datos me pregunto ¿Si todos los partidos pidieron el voto a favor, quiere decir que en la súper demócrata Suiza hay al menos 38 % de votantes no representados por los partidos políticos?
Solo se solicitan dos condiciones básicas: que la persona que lo solicite sufra una enfermedad incurable y que sea capaz de discernir. Y se necesita el acuerdo conjunto del médico responsable de la residencia o el jefe de clínica, del personal a cargo del cuidado del enfermo y del médico que le trate.
Sin embargo, la norma señala que personas distintas al personal del establecimiento donde se encuentra el enfermo deben haber propuesto y discutido antes con el paciente la posibilidad de recibir cuidados paliativos.