Ignacio Torres-Brizuela. Digamos que el patriotismo no es precisamente el fuerte de mi generación. Digamos que con la globalización, trabajar por y para tu país deja de ser una opción atractiva. Saber que hay sitios donde hay que luchar menos batallas para llevar adelante al país y vivir bien quita las ganas de luchar a cualquiera. Supongo que ese es uno de los problemas que tenemos
 Aun recuerdo como intelectuales como Ortega y Gasset luchaban a brazo partido para hacer de este país algo mejor. No para sacarlo adelante, sino hacerlo un gran país. Escritores que concienciaban a la gente y les “empujaba” a actuar, a hacer algo por nuestro país. Con un patriotismo que buscaba que todo ciudadano español pudiera tener una vida digna, y no solo los “señoritos” de antaño. ¿Lo consiguieron?
 Si, y fue porque muchos se sacrificaron para ello, algunos llegando a perder su vida y todo. Pero amaban a su tierra y por eso luchaban por ella. No con rifles y bombas, sino con intelecto y la fuerza del pueblo.
 Ahora es diferente.
 Amar a España, llevando una bandera, es “fascista”. A España le llueven criticas por todos lados, no sin razón. Hay mucha más facilidad de buscarse la vida en el extranjero. Y la clase política parece más interesada en mantener a flote un buque agujereado y sin marineros que convertirlo en un gran país. Así cualquiera se siente inspirado en “sacar adelante el país” y convertirlo en algo mejor. También pienso que esa separación entre españoles, esas diferencias y esa competitividad ha hecho que nos fijemos más por nosotros que por todos en general. Por esa razón no tengo miedo en afirmar que “si pudiese robar sin que le atrapen, cualquiera lo haría”. Yo incluido, por mucho que me duela admitirlo.
 La cuestión catalana también es algo que desde luego tampoco ayuda al país a salir adelante. No es que no tengan razones para hacer exigencias y francamente, puedo hasta entender sus motivos, ya que buenos deben ser para insistir tanto. Pero me resulta imposible profetizar si realmente va a ser lo mejor. Para España, muy probablemente no, para Cataluña no lo sé realmente. Al fin y al cabo, todo se reduce al dinero. Y a saber que puede pasar.
 Lo que intento decir es que, cada vez más, cada uno va a lo suyo. No busca un bien general, busca uno propio y que al resto que les den. Por la historia que sé, este no era tan el caso de hace ochenta años, donde muchos estaban comprometidos con la política y se “luchaba” por buscar lo mejor para el país y no solo lo propio. Vale, estaba el problema de que no nos poníamos de acuerdo entre lo que se entendía como “lo mejor” y al final nos agarramos a bombazos por ello (y por unos regímenes totalitarios que andaban por ahí metiendo presión) y con una postura u otra siempre alguien salía perdiendo, por lo que es normal que no se quedaran de brazos cruzados.  Claro que tampoco está de más no ser tan intransigente o tan radical…
 España necesita unidad y ganas de mejorar, ganas de hacer lo mejor para el país y para todos y no solo para el individuo. A lo mejor me equivoco, pero es lo que pienso que a España le vendría bien.