Un Sínodo para una grave situación
Juan García. Roma acoge desde el 5 al 19 de octubre el Sínodo extraordinario de los obispos sobre la familia. Pocos acontecimientos eclesiales han despertado un interés mediático tan grande en los últimos años, aunque a menudo se ha puesto el acento en cuestiones parciales o secundarias.
Como suele ser habitual se da la mayor importancia a cosas parciales, en este caso para buena parte de la opinión pública éste es sólo el Sínodo en el que se debatirá sobre la comunión sacramental a los divorciados vueltos a casar por lo civil. Es un tema que tiene su importancia, especialmente en algunos ámbitos de Centroeuropa, pero los temas en estudio serán mucho más amplios y de fondo.
En todo el mundo, ya no sólo en Occidente, la familia atraviesa una crisis de proporciones mayúsculas que genera una tremenda carga de sufrimiento en millones de personas y un impacto devastador en las sociedades. Ahí es donde hay que encontrar una salida humana y por tanto cristiana