Miguel Ángel Guijarro. 29 de mayo. Me cae bien Guardiola, me caía bien ya antes, cuando era un ‘pipiolo’ y los dos casi empezábamos de la mano en este mundillo, él en su mundo tras largos años de aprendizaje y campos de tierra y yo igual aunque sin ponerme de corto. En esos tiempos Guardiola ya destacaba como ‘cerebro’ en el campo y fuera de él y ya por entonces se atisbaba un entrenador en potencia. Sin embargo supo esperar, supo aprender, supo crecer dentro de un club que le dio todo y del que aprendió a ser mejor, más competitivo empapándose de los grandes técnicos que durante todos esos años pasaron por el F.C. Barcelona. No entraré yo aquí en buscar quién decidió que fuera Guardiola el técnico del Barça esta temporada, me da lo mismo si fue Cruyff o realmente fue el propio Laporta tras la negativa de Mourinho, el que decidió apostar por Guardiola lo cierto es que tras los resultados, fuera quien fuese, acertó. Con Guardiola el Barcelona ha sido otro, ha jugado bien al fútbol, ha aplastado el mediocre juego de muchos de sus rivales y ha conseguido que muchos vuelvan su vista hacia unos jugadores a los que daba gusto ver desplazar la pelota, a los que daba gusto su velocidad, a los que maravillaba su felicidad en el campo. Guardiola ha conseguido que este equipo disfrute en el campo, ha conjugado talento, garra, fuerza, tesón y ambición y la combinación le ha salido perfecta. Es historia del barcelonismo y del fútbol español y mundial, eso no se lo puede quitar nadie y ahora disfruta de su momento de gloria que ya antes disfrutó como jugador. Pero hemos visto el lado amable de Guardiola, a ese Pep ecuánime, humilde, con los pies en el suelo, que no ha levantado la voz, que ha sabido estar siempre en un segundo discreto plano. Confío en que mantenga su postura, que le dejen mantenerla y que no salga ese Guardiola protestón e incontrolable que se ha vislumbrado cuando alguna decisión arbitral no ha caído de su lado. Espero que siga igual y sobre todo confío en que el resto de equipos hayan sacado buena lectura del camino a seguir… Que el entorno se relaje, que disfrute y que deje trabajar a los que saben y a los demás, a los que no somos Guardiola a todos esos que se ven metidos en el pozo, que piensen que la vida puede cambiar de la noche a la mañana, si no que se lo digan a Guardiola… o a Busquets, o a Pedrito y a todos aquellos que hace apenas un año jugaban en Tercera y ahora pasean por Barcelona la Liga, la Copa y la Liga de Campeones.