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Diario YA


 

El movimiento sísmico ha demostrado la diferente respuesta de un país desarrollado como Chile

Un terremoto que ha convulsionado las conciencias

José Luis Orella. El terremoto de Chile ha convulsionado la tierra y las conciencias de las personas. Son ya más de 720 personas las fallecidas, y puede que el número siga incrementándose según vayan apareciendo restos humanos en los fundos (haciendas) más lejanos. El movimiento sísmico ha demostrado la diferente respuesta de un país desarrollado como Chile, con otro situado en la mayor miseria, como Haití, donde la mortandad puede acercarse ya a los 300.000.

Sin embargo, aunque la sociedad chilena se encuentre preparada para ello, no dejan de notarse puntos a mejorar en la actual crisis. Intentando hablar por teléfono con amigos chilenos, para saber de su situación, la información de la que disponían era bastante inferior a la nuestra, incluso a las 48 horas, fueron los últimos en conocer el número creciente de muertes, que ya era conocido en España. Además del control informativo, la ralentización de la respuesta gubernamental, en un momento difícil, de transición de autoridades, ha provocado que nadie quiera hacerse responsable de la aplicación de duras medidas de contención para evitar los saqueos en la populosa ciudad de Concepción.

La segunda del país, la más afectada, y donde todavía es imposible conectar con sus habitantes. Una catástrofe de este tipo, no cabe duda que mostrará lo mejor del espíritu de sacrificio chileno, pero también de la cercanía que todos los hispanos tenemos hacia la nación hermana en estos momentos. Esperemos que el nuevo gobierno afronte con éxito el difícil reto social que se le plantea con dos millones de damnificados, en una población total de 16 millones de chilenos.