Una bomba en un hospital de Pakistán deja 23 muertos y más de 20 heridos
Redacción Madrid. 19 de agosto.
Al menos 23 personas fallecieron y más de 20 resultaron heridas esta mañana a consecuencia de un atentado suicida frente a un hospital de la ciudad paquistaní de Dera Ismail Khan, en el noroeste del país, según informaron las autoridades a la cadena de televisión GEO. Por otro lado, un enfrentamiento armado entre las fuerzas de seguridad paquistaníes y un grupo de milicianos en el este del país se saldó con la muerte de 25 personas, entre ellas varios civiles.
Un grupo de chiíes protestaba por la muerte de uno de sus líderes frente al principal hospital de Tank, región situada a unos 280 kilómetros al suroeste de Islamabad, cuando un supuesto suicida hizo estallar la carga explosiva. Este hospital había recibido a primera hora de hoy el cadáver del líder chií, quien fue asesinado por un grupo de hombres armados.
La Policía de la provincia confirmó que 23 personas habían muerto y más de 20 resultaron heridas por la explosión. Además, dijo que las investigaciones indican que el atentado fue perpetrado por milicianos suníes. "Esta zona ha sido golpeada por la violencia sectaria desde hace muchos años y éste parece ser otro incidente relacionado con el sectarismo", señaló el jefe de Policía de la región, Naveed Malik Khan.
Mustansar Baloch, fotógrafo que estaba cubriendo la protesta cuando se produjo el atentado y resultó herido leve, relató la situación: "Durante unos momentos no pude ver ni escuchar nada, entonces vi los cadáveres esparcidos por el suelo y escuché los gritos de los heridos".
Los chiíes son minoría en Pakistán. Tan sólo el 15 por ciento de los 160 millones de habitantes que tiene el país son seguidores de esta rama del Islam. Miles de personas han muerto en las últimas tres décadas debido a la violencia sectaria en Pakistán.
En otro incidente aislado, las fuerzas de seguridad de Pakistán abatieron a 25 milicianos durante un enfrentamiento armado en la región de Bajaur, situada en el este del país y conocida como un santuario para los milicianos de Al Qaeda y los talibán, según informaron fuentes gubernamentales a la cadena de televisión GEO.
Según dichas fuentes, un grupo armado de milicianos atacó con artillería y armas automáticas un puesto de control policial, hiriendo a cinco policías. En respuesta, las fuerzas de seguridad paquistaníes llevaron acabo una operación contra diversos refugios talibán en la región. Entre las víctimas del operativo había civiles.
Las operaciones de las fuerzas de seguridad en Bajaur desde principios de este mes se han cobrado la vida de 170 personas y han obligado a cerca de 150.000 personas a abandonar sus casas, según cifras gubernamentales.