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Diario YA


 

José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

La otra crisis

Una deformación sexual aprensiva

Jesús Asensi Vendrell

Dicen que es de cobardes, también de traidores, tirar la piedra y esconder la mano. Y algo así está haciendo nuestro Gobierno, progresista del todo, con la educación sexual obligatoria que los hijos de los españoles están recibiendo en los colegios e institutos.

Y es por eso que se les repite por activa y por pasiva que ellos son los que han de decidir cuándo, cómo, con quién y dónde hacer uso de su sexualidad. Que el placer está en sus manos y que no pasa nada de nada… si toman las debidas precauciones para evitar los embarazos y el contagio de enfermedades infecciosas, claro está.

Y es por eso que una chica de doce años dirá a sus padres que se va con su novio a casa de la abuela a ver la tele, porque en la suya… ¡no puede ver lo que le gusta! Y esos padres, chupándose el dedo en exceso, no serán conscientes de que a lo que van en realidad es a “darse pellizcos”; de este modo se expresó una niña de seis años refiriéndose al comportamiento de su hermana mayor.

Y es por eso que a una chica de dieciséis años que se queda embarazada sólo le ofrecerán una salida: abortar. Y que ni se le ocurra seguir adelante con el embarazo, pues arruinaría su vida para siempre jamás. Y es que, esos mismos que pregonan el sexo libre en la escuela, no le mencionaran ni en sueños las salidas responsables que le ofrecen movimientos pro-vida y hasta determinados gobiernos autonómicos que han instituido la “Red Madre” de ayuda a la mujer embarazada.

Y es que estos ideólogos progresistas y ecológicos olvidan que toda acción tiene en su reverso una consecuencia y una responsabilidad. Que la Madre Naturaleza no se va a doblegar a sus deseos de disfrutar de un sexo sin procreación ni tampoco de una procreación sin sexo. Que, en esta materia, quien la hace la paga y no vale esconder el manual que está pervirtiendo a nuestra juventud, emponzoñando su porvenir y ya su felicidad presente.