Una lluvia de globos con mensajes de niños y niñas inunda el cielo de Micropolix
Redacción
Ciudadanos y ciudadanas de Micropolix han protagonizado hoy una escena “de película”, con motivo de la presentación del filme Cartas a Dios, de Eric-Emmanuele Schmitt que tiene como protagonista a un niño, y que se estrenará en carteleras españolas el próximo 15 de abril.
El acto ha contado con la presencia del propio director del filme, que ha atendido a la prensa y ha participado en el lanzamiento de más de mil globos azules que contenían mensajes que niños y niñas han escrito sobre lo que tenían en ese momento en el corazón. “Gracias por darme la vida a mí y a mi familia”, “Quiero que los niños de Japón no sufran más”, “Borrar las guerras”, “quiero que no haya más pobreza en el mundo” o “estoy harto de oír hablar de crisis”, son solo algunos de los cientos de mensajes que se han lanzado al cielo.
Cartas a dios es una historia de amistad y de esperanza. Es la entrañable historia de Óscar, un niño que sufre soledad. En realidad está enfermo físicamente, pero sobre todo tiene enfermo el corazón, porque los adultos se comportan de manera “extraña” con él. De manera inesperada, conocerá a una mujer con la que podrá hablar de todo, incluido lo que le está pasando con su enfermedad. Por ello, ésta le propone que cada noche, cuando esté solo, escriba cartas a Dios. En sus cartas, Óscar confiesa su dolor y sus preocupaciones, pero también hablará de sus alegrías, su primer amor y la velocidad a la que siente que pasa el tiempo…¡Nada menos que una década al día! Una complicidad que va creciendo y cambiará su destino.
Esta adaptación de la novela “Óscar y la dama de Rosa” del mismo Eric-Emmanuele Schmitt, supone su segunda cinta como director de su propia novela, tras la comedia sobre la felicidad que representa “Odette” 2006.
Eric, también autor de la novela “El Señor Ibrahín y las flores del Corán”, cuya adaptación al cine fue premiada con un Globo de Oro en 2003, aseguraba esta mañana que “quería contar esta historia, y eso suponía afrontar muchos altibajos emocionales. Para mía, era duro. Solía emocionarme estando solo cuando escribía. Con el cine, he descubierto la belleza de compartir emociones”.