Todos lo hicieron mal. Tom, el fuerte, una novela dura que derrocha hiperrealismo social en cada página.
Esta nueva entrega de Humberto Pérez-Tomé, da una vuelta de tuerca a su anterior novela  “Una vuelta de tuerca” (2013), y con cierto éxito de ventas. En esta ocasión el autor no se entretiene en disquisiciones morales o de conciencia, sino que pretende mostrar al mundo los resultados del mal, y que cada lector saque sus propias consecuencias.
Se trata de una historia dura, una relación entre un padre, su mujer enferma y la hija adolescente de ambos. Pérez-Tomé bucea en las relaciones intrafamiliares, cuando tres viven en la misma casa pero donde cada uno tiene su propia vida. El padre, Larry, es un comercial que cuenta con una oportunidad de negocio que puede dar la vuelta a su futuro de forma definitiva. Su mujer, Amanda, enferma debido a un shock emocional que la deja prácticamente vegetal, que se convierte en el centro de la vida de Larry, por lo que justifica todo como objetivo radical de su vida. Y Jill, la adolescente de dieciséis años, que acostumbrada a hacer su vida por falta de atención de su padre, irrumpe en la vida familiar de forma desastrosa al descubrir su padre que tiene marcada la baja espalda con un tatuaje, firmado por un chico que desconoce y se hace llamar “Tom, el fuerte”.
La historia es corta y contundente que se dispone en un embudo por cuyas paredes se deslizan los hechos de forma vertiginosa, y que donde poco a poco se van acelerando, provocando en el lector una sensación aprisionante que le impide dejar de leer hasta el final. Las circunstancias se precipitan una tras otra con un efecto dominó imparable y, cuando ya todo parece que no puede llegar a más, un nuevo hecho eclosiona cambiando las cosas y generando nuevas direcciones, aunque todas apuntan al mismo sitio.
Si usted es de los que le gustan las historias con final feliz, en Todos lo hicieron mal no lo encontrará. Quizá todo es demasiado racional. Quizá es demasiado como la vida misma, donde las sucesos no son hechos aislado que pasan sin más, o no pasan. Si no que en la mayoría de la ocasiones son el resultado de actos anteriormente realizados sin planificar demasiado. Es posible que muchos lectores busquen una huida hacia un mundo ideal y las lecturas que les entretienen son aquellas que les cuentan cómo podría ser otro mundo deseado. Pero hay otros lectores buscan historias realistas, porque necesitan contrastar su vida con otras parecidas. Todos lo hicieron mal es de estas últimas.
En todo caso es un registro que sería inimaginable de Pérez-Tomé, después de haber conocido otras obras suyas. Auto publicada y concursando en Amazon. Si usted es lector de e-book, puede haber descubierto la novela de este verano.