Juan Manuel Alesson. Es un hecho irrefutable que durante el tiempo que se prolongue la vida de cualquier individuo, en España, por ejemplo, y durante esos años, ese individuo oirá más veces, infinitas más veces, palabras como PP o PSOE, o el nombre de los políticos que en ese momento estén en candelero que, por ejemplo, el nombre de Dios, u otros términos -que también se encuentran en los diccionarios- tales como 'libertad', 'bondad', 'belleza', 'inteligencia', 'amor', etc... Es el mundo que los hombres de ahora llaman su mundo. Han sido necesarios un montón de siglos de Historia Universal, de civilizaciones e imperios, de guerras, de inventos, de arte, de conquistas sociales... para desembocar en el presente. Más de uno hasta dice sentirse orgulloso del logro. Basta con preguntar a los políticos. Pero nuestros antepasados, sin duda, hablarían de retroceso, de pérdida del rumbo, de empobrecimiento, de falta de sentido individual y cívico, etc... Y no sólo los políticos. También los pueblos deben responder de su presente. España, acaso, sea hoy el peor ejemplo ético del mundo civilizado.
Otro hecho incontestable es que a medida que pasa el tiempo, en occidente, cada vez hay más personas que no 'encajan' en el sistema. No se tome esto como una alusión a los antisistema -ésa es otra historia-. Piénsese tan sólo en personas completamente normales, con familias y ocupaciones normales, pero cuya inteligencia y sensibilidad difícilmente se alinean con las del resto, que acaso tampoco sea ya tan mayoritaria. Simplemente, ellos tienen la certeza de que el mundo que les ha tocado vivir hoy podría ser diferente y mejor de lo que es, sin que para ello el género humano deba extinguirse y dar paso a un nuevo modelo de civilización, con otro enfoque del significado de los valores y de los principios. En general, son personas que descreen de la política, y ponen el acento en la cultura, la educación o los principios.
Para algunos, el problema se centra en saber si el porcentaje de estas personas -no el número o la cantidad-, crece o disminuye.