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" tierra de los uzbekos "

Uzbekistán: Clave y Fundamento de la Ruta de la Seda 2016

Daniel Ponce Alegre. Delegado para Levante de Diplomacia S.XXI.Transoxiana, Tartaria, Turkestán, " la tierra entre los ríos "... Estos han sido algunos de los nombres que ha tenido la región que en la actualidad comprende Uzbekistán: " tierra de los uzbekos ".
Ya en el siglo XV eran importantes, para comerciantes, diplomáticos, misioneros y monjes que viajaban por la Ruta de la Seda, las ciudades de Uzbekistán, como lo demuestran no sólo los Diarios de Marco Polo, sino las Actas Diplomáticas de la Corte de Tamerlán de Persia o de Miguel VIII Paleólogo de Constantinopla, capital del Imperio Romano de Oriente, y que gracias a las estrechas relaciones con la capital occidental, Roma, en especial durante el periodo esplendoroso de los Borgia, con ciudades clave como Nápoles, Sicilia y Valencia, y a través de los Borgia con la Corona de Aragón, en especial durante el periodo de Alfonso el Magnánimo, se pudo unir comercial y culturalmente Samarcanda con Valencia, capital mediterránea de la Corona de Aragón, y por tanto de todo el Mediterráneo Occidental.
Esta Ruta estaba formada por una extensa red ramificada de caminos que unía China con el mar Mediterráneo, y a su vez con ciudades periféricas como Vladivostok en el extremo más oriental de Rusia, Bactriana en el norte de Pakistán y la India, Rostov en el suroeste de Rusia, Tiblisi en Georgia, Yereván en Armenia y Jerusalén en Judea.
En la actualidad, el material que más se usa en el mercado textil de este país es el algodón. También se venden hermosas alfombras, no sólo de algodón, sino de lana y seda.
A lo largo de la historia, la cultura uzbeka ha sido moldeada y nutrida por diversos pueblos, a través de sus tradiciones culturales, como el asirio y el persa, y en los últimos siglos la cultura oriental árabe.
Famosos conquistadores y sus ejércitos marcharon por las montañas y los desiertos de Uzbekistán: Alejandro Magno, que encontró aquí a su amada Roxana, Genghis Khan de Mongolia y Tamerlán, que gobernó sobre uno de los imperios euroasiático más grandes de la historia.
Espléndidos y coloridos monumentos con cúpulas cubiertas por azulejos azules forman parte del paisaje urbano de Uzbekistán, como las que se encuentran en el barrio de Itchan Kala en la ciudad de Jiva, situada en el lado occidental del país y opuesta geograficamente a la capital, Tashkent, que está en el lado oriental, y entre ambas se encuentra la milenaria ciudad de Samarcanda, nucleo y eje asiático de la Ruta.
Con la intención de no extenderme más en esta ocasión pues, Dios mediante, habrán más artículos relativos a la Ruta de la Seda, termino recordando la positiva influencia que resultó de la relación euroasiática vertebrada por la Ruta de la Seda, y en especial entre dos ciudades clave: una en Asia, Samarcanda-Uzbekistán y otra en la Península Ibérica, Valencia, Sede española de la Ruta 2016, y que entre ambas dan fundamento al actual proyecto euroasiático de la Ruta de la Seda 2016 y que los acuerdos, proyectos y colaboraciones que salgan de ellas producirán extraordinarios beneficios para ambos, con la ayuda de Dios.

Etiquetas:Daniel PonceUzbekistán