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Diario YA


 

'Después del Papa, es la persona más influyente del Vaticano'

Vanity Fair dedica su portada al secretario personal del Papa

Somos contrarios a frivolizar con el sacerdocio. Y lo primero que hay que aclarar es que el Padre no ha posado ni ha concedido entrevista alguna a ésta revista. Aún así ha sido portada y hemos de contarlo en diario YA. Para la periodista Irene H. Velasco, "Siempre ha sido considerado un tipo guapo, muy guapo, hasta el punto de que le llaman 'el George Clooney del Vaticano'. Pero ahora el padre Georg Gänswein, secretario particular de Benedicto XVI y como él alemán, ha sido oficialmente elegido como un símbolo de la belleza por una de las 'publicaciones más prestigiosas de la moda y el famoseo: la edición italiana de la revista 'Vanity Fair", alega la periodista.

 
La publicación dedica la portada de su próximo número, que este miércoles desembarcó en los quioscos, precisamente al padre Georg. Con un sugerente título: "Ser guapo no es un pecado".
 
A partir de ahí, el semanario repasa la vida de este hombre que de jovencito llevaba el pelo largo y le gustaba Pink Floyd, que fue ordenado sacerdote en Friburgo en 1984, que sigue siendo un buen jugador de tenis y un gran esquiador (llegó a ser instructor) y que hoy, a sus 56 años, no sólo recibe cartas de amor sino que está considerado una pieza clave dentro de la Santa Sede.
 
"Después del Papa, es la persona más influyente del Vaticano", asegura a elmundo.es el vaticanista Gerald O'Connell. Al fin y al cabo Benedicto XVI cumplirá en abril próximo 86 años, y a medida que se vaya haciendo más viejo se verá obligado a depender cada vez más del padre Georg, con quien comenzó a trabajar en 1996 cuando Ratzinger era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y que es su secretario personal desde 2003, dos años antes de convertirse en Papa.
 
Además, y por si no fuera suficiente, recientemente Benedicto XVI ha ordenado obispo al padre Georg, en una misa solemne en la basílica de San Pedro, concediéndole el rango de arzobispo.
 
Anteriormente, poco antes de Navidad, Ratzinger ya había nombrado a su fiel secretario personal prefecto de la Casa Pontificia, en sustitución del cardenal estadounidense James Harvey. Se trata de un cargo muy poderoso ya que quien lo ejerce decide quién puede y quien no tener una audiencia con el Papa.
 
"Personalmente veo mi tarea al servicio del Papa como un cristal. Cuanto más limpio está, mejor cumple su función. Debo dejar entrar el sol, cuanto menos se ve el cristal es mejor. Y si no se ve para nada, significa que hace bien su trabajo", aseguraba recientemente el padre Georg durante la entrega de un premio, dejando entrever que (por desgracia para su legión de fans, asegura la periodista) cada vez se dejará ver menos.