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Vecinos de Corbera de Llobregat denuncian la deficiente recogida municipal de basuras

El Ayuntamiento de Corbera de Llobregat, regido por una coalición entre ERC y CUP,  ha impuesto desde hace unos meses un nuevo servicio de recogida de basuras consistente en la recogida de las bolsas puerta a puerta -el sistema conocido como “porta a porta”- que no cuenta con el beneplácito de los vecinos.

Este sistema, que se ha manifestado óptimo en los centros urbanos peatonales de algunas grandes urbes, se ha demostrado absolutamente inadecuado en el caso de Corbera de Llobregat, un pequeño municipio de la provincia de Barcelona que no cuenta con más de 15.000 habitantes.

La coalición gobernante ha querido apurar al máximo el reciclaje y la recogida selectiva, pero es un objetivo que no se ha logrado, reduciendo drásticamente la inversión en recogida de basuras en detrimento del servicio y del grado de satisfacción de los vecinos, que abonan al Consistorio uno de los IBI más elevado del Baix Llobregat.

Según los vecinos, este sistema, ineficiente parta un municipio de carácter rural e implantado en una zona de monte bajo con con abundante fauna, fue impuesto unilateralmente sin consultar con los vecinos por el Ayuntamiento, gobernado por un equipo de gobierno integrado por ERC y CUP.

Muchos vecinos se han quejado además de que los grupos políticos en el Gobierno del consistorio prometieron durante la campaña electoral realizar consultas previas con la ciudadanía, y han hecho caso omiso además a las alegaciones de partidos de la oposición, a quejas vecinales y a instancias varias, las cuales ya alertaban de los futuros inconvenientes que generaría este sistema de reciclaje.

Algunos vecinos han comenzado a recoger firmas y se han organizado en torno a una plataforma vecinal de reciente creación, No al Porta a Porta, que ha comenzado a reunirse con varios regidores municipales.

Las quejan han insistido además en que el coste es excesivo para un municipio de este tipo, existiendo opciones de mejora más económicas y menos invasivas y que son también más cómodas para el usuario y más salubres para el medio ambiente.

El Ayuntamiento de Corbera de Llobregat cerró hace unos meses un contrato de 8 años con la empresa Servitransfer S.L., que no ha realizado testeos previos para implantar este sistema de bolseo en el municipio, ni consultas vecinales, ni estudios ni pruebas sobre terreno.

Según las quejas de los vecinos, el sistema de bolseo impuesto por el Ayuntamiento, ha traído muchos problemas.  

Para Miriam Sánchez, portavoz de la plataforma “No al Porta a Porta”, el horario que ha impuesto el Ayuntamiento para la recogida “es inviable e insostenible, ya que se han de depositar los cubos en las aceras, algunos con corralitos de madera, según haya dispuesto el ayuntamiento en las calles y urbanizaciones desde las 06:00 hasta las 08:00 horas de la mañana. Todos estos cubos -continúa la Portavoz- y bolsas se han de recoger antes de las 14:00 horas. Este horario ha motivado las quejas de los vecinos, pues a los horarios tradicionales de la tarde-noche que suelen ser los habituales, se ha impuesto un horario que no coincide con las necesidades de los horarios laborales de la mayor parte de los vecinos”.

Según la Plataforma, los cubos se amontonan en medio de aceras, siendo volcados si ese día sopla el viento, o cayendo en medio de la calzada impidiendo el paso a la circulación.

Otros problemas son los de las caravanas que se forman cada día con unos 15 a 20 minutos de duración, los días de recogida: Dado que la orografía del municipio es muy complicada, el municipio cuenta con calles de un solo sentido, muy empinadas, aceras estrechas y otras dificultades, formando embotellamientos que nunca antes se habían formado, para esperar a que los operarios recojan cubo por cubo hace que sea imposible acceder a las salidas de las vías de circulación, creando retrasos no solo a los coches particulares si no a los buses urbanos de la empresa AUTOCORB, encargada de gestionar el transporte público de Corbera.

Pero ha habido más problemas, como los de las calles llenas de basura, malos olores en cada puerta de cada casa o bloque, ya que el sistema impuesto consiste en dejar tres días laborables alternos de la semana, de lunes a viernes, dos cubos: uno donde se deposita el plástico/cartón/restos y otro con la orgánica, y además una bolsa que va
suelta donde tienen que ir restos sanitarios como compresas y pañales.

Los vecinos se quejan de la mala infraestructura creada que obliga a los vecinos a gestionar tres bultos por vivienda, a veces de escaso volumen, en una configuración de calles estrechas y empinadas.

La gota de agua la ha colmado la abundancia de fauna silvestre que se acerca a las nuevas bolsas de basura esparcidas por la calle, entre los que llaman ya poderosamente la atención la afluencia de jabalíes, ratas o insectos varios como  cucarachas, mosquitos o avispa asiática.

Además han protestado por el cúmulo de asuntos que se acumulan a la mala gestión de a empresa que trabaja para el municipio, como son el control de los cubos por chip mediante una APP que tiene un sobrecoge desmesurada para los vecinos o que no funciona bien, bajo amenazas de sanciones desde 60 a 3.000 euros.