Amparo Tos Boix
Están muy bien los esfuerzos que se realizan por la promoción de la mujer, siempre que se hagan desde la consideración de que los hombres y las mujeres tenemos la misma dignidad de persona pero somos distintos y complementarios. Así, la mujer no puede alcanzar las marcas de los hombres en las distintas disciplinas deportivas; el hombre, en cambio, por mucho que se esfuerce, no puede parir un hijo. Igualdad de derechos ciudadanos toda, en razón de los derechos fundamentales.
El señor Zapatero creó un Ministerio de Igualdad para –según decía- luchar contra la discriminación femenina. Por ello, llama la atención que su gobierno, y especialmente él mismo junto a sus ministros de Exteriores, Interior e Igualdad, esté en paradero ignorado mientras desde Marruecos, en su frontera con Melilla, denigran gravemente a miembros femeninos del cuerpo Nacional de Policía. ¿Es que nuestras mujeres policías –que se juegan hasta la vida por todos y todas los españoles- no tienen el mismo derecho al menos que las demás españolas, incluidos determinados grupos protegidos del Presidente? Perdonen señoras policías por alguna comparación, pero me parece necesario llegar al esperpento para mostrar la malicia del silencio que critico.