José Luis Jiménez. 4 de febrero.
PAGO DEL VICARIO. ENOTURISMO
Desde hace unos años, el enoturismo está tomando carta de naturaleza en España. En torno a una bodega se focalizan una serie de actividades que hacen más atractiva la visita a la misma. A 9 kms de Ciudad Real, en la caretera Ciudad Real / Porzuna se encuentra Pago del Vicario, en un entorno flanqueado por el río Guadiana y en las primeras estribaciones de los Montes de Toledo. Los dos elementos principales que son necesarios para considerar una instalación como indicada para enoturismo son: la bodega y el hotel. Aquí ambas cumplen con nota muy alta. A lo que se añade: restaurante, viñedo, club del vino, tienda especializada, sala de cata, numerosos eventos y actividades en el entorno.
Dedica toda la uva que produce, en los viñedos situados junto a la bodega, a la elaboración de sus propios vinos. La filosofia desde sus inicios en el año 2000, de la mano de Antonio e Ignacio Barco, es la de situarse como un pago, es decir un terreno que reune sus propias características de cultivo y elaboración para ofrecer unos vinos personales.. El viñedo está situado a 600 metros de altitud, en la ribera del río Guadiana. Y se pude decir con toda propiedad que en un espacio en el que se puede disfrutar todo el año de su vista con un caudal de agua notable. En un semirecodo del río tienen instalada una plataforma para disfrutar de la vista y, a la vez, poder consultar un mapa de distribución de sus distintas parcelas con acotaciones de uvas diferenciadas unas de otras. La que predomina es la Tempranillo. A ella se unen Garnacha, Graciano, Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon y Petit Verdor en tontas. En blancas; Sauvignon Blanc y Chardonnay.
La orografia del terreno es ondulada, con pendientes hacia el río que proporciona un microclima. Los suelos son muy heterogéneos en cuanto a textura y composición, lo que proporciona riqueza de matices. El pago se encuentra dividido en 29 parcelas que se ajustan a las propiedades de cada tipo de suelo. Tienen especial cuidado en realizar una agricultura de conservación, con gran respeto al medio ambiente. Lo que no está reñido con la utilización de las técnicas mas vanguardistas, como la dendometria y la teledetección.
La bodega, en forma de catalejo, se levanta sobre el propio viñedo y se ha cuidado que esté integrada en el entorno natural. Desde el principio apostaron por hacer unos vinos diferentes, y bastantes por cierto. Para ello era importante tener al frente a una persona joven, aunque con experiencia, y que estuviese mentalizada para acometer una aventura un tanto especial. En 2002 se incorporó como directora técnica, Susana López Mendiondo. Es ingeniero agrónomo y Master en Enología y Viticultura. Encuadró perfectamente en el proyecto, hoy un realidad. No la asutó enfrentarse a la variedad de vinos que eleboran: Agios, Monagós, 50-50, Penta, Talva,Corte Dulce y los monovarietales Petit Verdot Rosado, Merlot Dulce y el Blanco de Tempranillo. Su lema es <<La grandeza del mundo del vino reside en la variedad de cepas, territorios y estilos>>. Cuentan con un Club de Vinos que ofrece a sus socios un vino tinto seleccionado por Susana. El socio dispone del contenido de una barrica, unas 300 botellas, que pueden llevarse con su etiqueta personalizada o consumirlo en el restaurante. A lo que se añade una serie de condiciones especiales en las actividades, como visitas guiadas por bodega y viñedo, cursos de cata y estancias en el hotel. Ofrecen un paquete muy sugestivo de hotel más vino. Acaban de incorporar una novedad interesante; el vino seleccionado para los socios será elegido en una cata dirigida por Susana.
El hotel de la bodega es un establecimiento de cuatro estrellas, con decoración minimalista. Cuenta con 23 habitaciones y una suite, piscina, jardines y bicicletas de montaña. 13 de las habitaciones estçan ubicadas en la denominada Zona B. Además de la equipación con la última tecnología, disponen de vistas al río y al entorno del transcurso del Guadiana y a pocos metros del Molino Gaitanejos, del siglo XVIII, con sendros diseñados para paseos a pie. En ese paratado ofrecen distintas actividades en el entorno: "Visita Senderista" al Parque Nacional Tablas de Daimiel. "Ruta Todo Terreno" a Montes de Toledo/Estados del Duque, Campo de Calatrava, Tablas de Daimiel - Calatrava La Vieja y Parque Nacional de Cabañeros. Ofrecen una alternativa novedosa con un "Tour en Segway XT" al entorno de Cabañeros y Parque Nacional Tablas de Daimiel. El restaurante, ubicado en el edificio de la bodega y con vistas a la sala de barricas y al viñedo y con una separación de mesas muy apropiada para tener comodidad. ofrece tanto cocina tradicional como de toques mas modernos, pero sin niguna punta exagerada. Cuidan mucho la selección de productos, que seleccionan en distintos puntos, con lo que nos encontramos con platos elaborados con mucho mimo. Un ejemplo de estos detalles es el de los distintos tipos de pan que presentan. Como es de suponer, el vino forma parte importante de la oferta gastronómica. Casi se puede decir que seleccionan el menú en base al vino, o vinos, que se vayan a beber. Los teléfonos son 902 092 926 y 926 666 029.
EL VINO EN LA POESÍA DE UNAMUNO
En la poesía dramática de Miguel de Unamuno, en la que vuelca sus obsesiones humanas, el vino es un elemento frecuente e importante, ya sea vinculado a lo religioso o a lo político. "El Cristo de Velázquez" es un monumento poético a la piedad religiosa, vivida desde el encuentro de la agonía de Unamuno (como creyente angustiado por el ansia de la inmortalidad), y la figura del Hijo de Dios pintada por Velázquez. En el diálogo del poeta con Cristo hay un pasaje titulado "Sangre", en el que Unamuno recurre a la comparación con el vino. <<¡Sangre! ¡Sangre!. Por tí, Cristo, es la sangre / vino en que ante la sed fiera del alma / se estruja el universo. Los racimos / de estrellas temblorosas que colgando / de la celeste bóveda -la parra / que del eterno sol a nuestra tierra / guarda que no la escalde -esos racimos / de estrellas ¿qué destilan sino sangre?>>