Daniel Ponce Alegre.Teólogo y Antropólogo.Delegado en Levante de Diplomacia S. XXI. Mis lectores saben muy bien que las referencias que he hecho hasta ahora relativas a D. Antonio Cañizares, Arzobispo de Valencia y Cardenal de la Iglesia Católica Romana, han sido no sólo muy positivos por su fiel y firme doctrina, que durante los últimos años ha brillado por su ausencia como diversos colectivos dentro de la diócesis han constatado, sino también por su virtud, trato agradable y valentía, que por supuesto es mejorable, como por ejemplo en lo que tiene que ver con la limpieza dentro de la Universidad Católica de Valencia y la permanencia en ella desde hace demasiados años de elementos que la están manchando, en especial en los últimos años, y que han hecho de ella su coto privado como el actual Rector, José Alfredo Peris, el Vicerrector y Capellán Mayor, José Luís Sánchez, el Vicerrector de Educación José Ignacio Prats o el Vicerrector de Internacional Pablo Vidal que la han llevado a un nivel de mediocridad y de falta de enseñanza sólida y cristiana firme, como la que abundaba en tiempos de D. Agustín García Gasco, de niveles intolerables como me ha constatado desde hace ya algunos años algunos decanos de la Universidad y profesores.
D. Antonio Cañizares, como recomienda Maquiavelo en el Príncipe siguiendo el ejemplo de César Borgia para el buen gobierno, deberá con firmeza y radicalidad renovar la institución de la UCV para que no se pierda totalmente y manche su prestigio de manera irremediable como más de alguno quisiera.
Es precisamente por los recuerdos agradables que vienen a mi mente de los tiempos de D. Agustín García Gasco, íntimo amigo del actual Arzobispo de Valencia D. Antonio Cañizares, que voy teniendo cada vez más afecto y cariño a D. Antonio.
Un rasgo más de esta sintonía de D. Antonio con D. Agustín es que ha hecho volver al querido por ambos D. Esteban Escudero, un hombre de una profunda fe en Cristo y espiritualidad recia, que se ha visto acrecentada en sus 6 años en Palencia, tierra del Cister y del monacato.
Tengo muy buenos recuerdos de los años en que estando yo en la Secretaría del Cardenal D. Agustín, D. Esteban era Obispo Auxiliar de Valencia, y al que D. Agustín confiaba grandes responsabilidades, como por ejemplo todo lo relativo a la organización del V Encuentro Mundial de las Familias con la visita de Benedicto XVI, todo pasó por su supervisión y el resultado quedó evidente, de esta gestión Benedicto XVI creó Cardenal a D. Agustín.
Pido a Dios, Jahvé nuestro Padre, mediante su Hijo Jesucristo, que momentos como los de antaño, y mejores, vengan a esta Diócesis Valentina de manos de D. Antonio y de D. Esteban, " ad Maior Gloriam Dei ", hasta que todo que de disuelto mediante la Vuelta de Jesucristo y la instauración de su Reino " así en la tierra como en el cielo " Amén.