Ya estamos en recesión
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Redacción Madrid. 14 de noviembre.
La economía española se contrajo un 0,2% en el tercer trimestre del año, frente al crecimiento del 0,1% experimentado en el trimestre precedente, siendo la primera vez en 15 años en que el PIB trimestral registra un crecimiento negativo, según el avance de la Contabilidad Nacional Trimestral publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Teniendo en cuenta que todos los pronósticos apuntan a una mayor desaceleración de la economía española en los próximos meses, España estaría al borde de la recesión económica (dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo) y podría sumarse así a la lista de países que se encuentran ya en esta situación, como Alemania, que ayer mismo hizo público que en el tercer trimestre entró en recesión.
La economía española no retrocedía en un trimestre desde el segundo trimestre de 1993, cuando decreció un 0,3%. En el tercer trimestre de 2007, el PIB experimentó un crecimiento del 0,6%.
En tasa interanual, la economía española creció en el tercer trimestre un 0,9%, nueve décimas menos que en el trimestre precedente (1,8%) y 2,7 puntos menos que en el mismo trimestre de 2007, cuando el PIB avanzó un 3,6%.
Según el organismo estadístico, estos datos constatan que la economía española siguió mostrando un "perfil desacelerado" por sexto trimestre consecutivo. El INE atribuyó la moderación en el ritmo de avance interanual del PIB a la menor contribución de la demanda nacional, que se vio parcialmente compensada por el sector exterior, que este trimestre realizó una aportación positiva al crecimiento agregado.
El rápido empeoramiento de la situación económica en España ha llevado al Gobierno a anunciar que en diciembre revisará a la baja algunas previsiones del cuadro macroeconómico, que prevé un crecimiento del PIB del 1,6% para 2008 y del 1% para 2009.
CONFIRMADOS LOS PRONÓSTICOS DEL BANCO DE ESPAÑA
Los datos del INE coinciden plenamente con las estimaciones que realizó el Banco de España, que había previsto un crecimiento interanual del 0,9% para el tercer trimestre del ejercicio y una contracción intertrimestral del 0,2%, debido al "significativo recorte" de la tasa de avance de la demanda nacional, que se situó en el 0,3% en términos interanuales, frente a la demanda exterior, que volvió a mejorar entre julio y septiembre, hasta situarse en un 0,6%, según sus cálculos.
El Banco de España estimaba en su último boletín económico que a esta desaceleración de la demanda interna contribuyeron todos sus componentes, aunque de forma más destacada la inversión residencial y el consumo de los hogares; mientras que la mejora de la demanda externa se debió a la "sensible reducción" de la tasa de crecimiento de las importaciones y al mantenimiento de un cierto dinamismo de las ventas al exterior que, no obstante, habrían registrado una ligera pérdida de pujanza, derivada del debilitamiento del comercio mundial.
El instituto emisor señalaba que el gasto en consumo final de los hogares prolongó en el tercer trimestre el perfil "de marcada desaceleración" observado desde principios de año. En la misma línea, el índice de comercio al por menor en términos reales disminuyó en el periodo julio-agosto a ritmos también superiores a los observados en la primavera, al tiempo que el deterioro en el caso de los bienes de consumo duradero fue aún mayor.
EVOLUCIÓN DESFAVORABLE DEL EMPLEO Y LA INFLACIÓN
Para el Banco de España, detrás del debilitamiento del consumo de las familias se encuentra tanto la pérdida de confianza, generada por la delicada situación de los mercados financieros internacionales, como la evolución más desfavorable del empleo y de la inflación, que han moderado el ritmo de avance de la renta disponible de los hogares.
Además, apuntaba que la caída de las cotizaciones bursátiles y la acusada desaceleración de los precios de las viviendas están teniendo un efecto desfavorable sobre la riqueza de las familias. A su vez, afirmaba que el endurecimiento de las condiciones financieras podría estar contribuyendo a que los hogares pospongan algunas decisiones de gasto en bienes de consumo duradero. Todo ello está contribuyendo a un aumento del ahorro, que se situó en el 10,7% de la renta disponible en el segundo trimestre del año.
Por su parte, el consumo final de las administraciones públicas habría registrado un crecimiento similar al del trimestre anterior (3,8%), aunque los datos de ejecución presupuestaria sugieren un aumento algo más moderado de la remuneración de los funcionarios.
DETERIORO DE LA CONSTRUCCIÓN Y LA INDUSTRIA
Por el lado de la oferta, la institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez aseguraba en su boletín que en el tercer trimestre prosiguió la "intensa corrección" de la actividad en el sector de la construcción y la caída del valor añadido de las manufacturas, a la vez que se inició un proceso de destrucción de empleo que se extendió a las distintas ramas productivas, excepto a los servicios.
"Los indicadores referidos al tercer trimestre de 2008 muestran una intensificación del ajuste, en un entorno en el que el profundo deterioro que están experimentando los mercados financieros internacionales desde mediados de septiembre ha agravado la situación de incertidumbre y ha supuesto un endurecimiento adicional de las condiciones de financiación", subrayaba.
Así, indicaba que la formación bruta de capital fijo continuó retrocediendo en el tercer trimestre y que, en el caso de los bienes de equipo, los datos apuntaban a una "cierta contracción" en consonancia con el debilitamiento de la demanda interna y del comercio mundial, y con la moderación de los beneficios empresariales.
Por el lado de la construcción, el Banco de España apunta que el comportamiento contractivo de este sector se agudizó en el tercer trimestre. Así, la inversión en edificación residencial se habría reducido en el tercer trimestre a un ritmo superior al observado en el trimestre precedente, como consecuencia del significativo descenso en las iniciaciones de vivienda.
El resto de sectores también habría experimentado un debilitamiento en el tercer trimestre. Así, la producción de la rama industrial y energética disminuyó en este periodo, como consecuencia de la desaceleración de la energía y la contracción de la industria, mientras que el sector servicios se habría desacelerado más intensamente que en el trimestre anterior.
En cuanto al mercado de trabajo, la autoridad monetaria señalaba que los indicadores disponibles apuntan hacia una intensificación del proceso de destrucción de empleo, mientras la remuneración por asalariado continuó creciendo a tasas elevadas.