"Yo quiero un papá y una mamá"
Ana Abril Ámez
La ley, aprobada el 15 de julio, ha supuesto una gran confrontación en el país. Tras 14 intensas horas de debate, la ley se aprobó con 33 votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones, pese a la oposición de cientos de personas que salieron a la calle para mostrar su férreo desacuerdo al proyecto, bajo pancartas gigantes con lemas como “Sólo varón y mujer” o “Yo quiero un papá y una mamá”.
La nueva legislación impone la reforma del Código Civil cambiando los términos “marido y mujer” por el de “contrayentes” y anuncia equiparar los derechos de las parejas homosexuales con las heterosexuales, abarcando los derechos de herencia, adopción y beneficios sociales.
Las oposiciones ante la aprobación de la ley han sido bien latentes en el transcurso de la tramitación. Negre de Alonso, presidenta de la Comisión de Legislación General, afirmó que “no discrimina a nadie”, pero recalcó que el matrimonio igualitario “viola derechos de las mujeres”. La gran polémica que ha suscitado la noticia ha forjado una gran oposición en contra de la fórmula “matrimonio”, en pro de la “unión civil”. "No me da la inteligencia natural para aceptar que es lo mismo la unión de heterosexuales con la de homosexuales", admitió el opositor Arturo Vega.
“¿Por qué me van a obligar a mí, si los puede casar otra persona?”, estas fueron las palabras textuales de Alberto Arias, director del Registro Civil de Concordia, Entre Ríos, al ser preguntado sobre su rechazo a unir en matrimonio a parejas homosexuales. Arias fundamentó que ejerce la abogacía y que “por razón de conciencia” prefiere no hacerlo. Arias se manifestó contrario a la medida de la Cámara alta de ratificar la unión entre personas del mismo sexo, tras afirmar que no se puede denominar de "matrimonio" el casamiento de una pareja homosexual.
Con este testimonio, ya es el segundo rechazo a la reforma del Código Civil reconocido en estos últimos días. Marta Covella, la juega de Paz de General Pico, el viernes pasado, mostró su negación a la imposición de la ley a casar a homosexuales "por una cuestión de principios cristianos".
Argentina se convirtió así en el primer país de América Latina en autorizar el matrimonio gay a nivel nacional y el décimo en el mundo después de Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal e Islandia, según informó la agencia EFE.