Luis Alfonso
El desprecio absoluto del todavía Presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero a la Iglesia es tan evidente que durante la visita del Papa a Santiago ha preferido marcharse a Afganistán.
Era un viaje que no hacía desde 2004 y tampoco no estaba previsto en las agendas oficiales. Ha sido un viaje relámpago, una excusa para desaparecer de España durante unas horas y no visitar Santiago, no recibir al Papa y no hacerse fotos porque "eso no tiene buena prensa". Dos de sus ministras preferidas (una vez desaparecida Bibiana Aido), Trinidad Jimenez y Carme Chacón, le han acompañado en este viaje para hacerlo más compacto, para que parezca menos una excusa.
Los soldados españoles de Afganistán estarán encantados, pero los ciudadanos españoles se preguntarán de donde nace ese desprecio tan completo que tiene el Presidente hacia la Iglesia que es la institución que más ayudas y más apoya a los españoles. Hasta Fidel Castro, cuando Juan Pablo II hizo su histórico viaje a Cuba, fue a recibir al Papa al aeropuerto de La Habana, consciente de la dimensión de la Iglesia y de la importancia de las relaciones.
¿Será que Zapatero tampoco es consciente de la importancia de Iglesia en España?