Williams Cárdenas Rubio. El país despertó y de qué manera! Las luces del alba de la libertad se asoman en el horizonte de todo el territorio venezolano, para llenar de ilusión y esperanza a un pueblo que ha estado sometido durante 15 largos años a los caprichos de una casta política parasitaria.

 Han sido los estudiantes en San Cristóbal, estado Táchira, los que han encendido la mecha de una lucha desigual en cuanto a las armas, pues éstos se enfrentan a pecho descubierto contra pistoleros terroristas asalariados del régimen y a una desalmada guardia nacional bolivariana.

Pero en lo que no están en desventaja es en el valor, arrojo y coraje que están demostrando para enfrentar al enemigo aún a costa de su sangre y pagando incluso con sus vidas el precio del futuro y la libertad. Ante esto hay que descubrirse!
 

Las protestas se han extendido como la pólvora por toda Venezuela y ya no sólo son  de estudiantes, sino de todo un pueblo mancillado, empobrecido y humillado. El régimen de Nicolás Maduro y  Diosdado  Cabello no ha tenido otra respuesta que la represión brutal, violenta y criminal para luego, cuando ven que la protesta se agiganta, pedir casi con desesperación el diálogo y la paz que ellos le han negado a su pueblo. Se saben con los días contados en el poder y se aferran a el con uñas y dientes.
 
Pero los pueblos son sabios y cuando escogen el camino de la libertad entienden que no pueden detenerse en diálogos espurios e inútiles. Ya el destino está marcado y Venezuela ha escogido la calle para librarse de una farsa revolucionaria que ha fracasado en todos los aspectos de la vida social,  económica,  política y moral.

 
Hoy el mundo ve con sorpresa y mucha expectación la batalla que se libra en las calles de Venezuela, una auténtica Primavera de libertad, que de triunfar podría extenderse por otros países latinoamericanos como Bolivia, Ecuador y Nicaragua, cuyos pueblos han sido también sojuzgados y engañados por políticos que han imitado el modelo castro-chavista del socialismo del siglo XXI. Tampoco estarían muy ajenos al contagio países como Brasil y Argentina, cuyos gobernantes hacen malabarismos para evitar que algo similar les ocurra.

 
Finalmente la gran perdedora, de triunfar la Primavera venezolana, podría ser la tiranía cubana de los Castro, que verá como desaparecen los tangibles beneficios de su relación con el chavismo, en un momento en el que su pueblo encontrará en la experiencia venezolana, un espejo en el cual reflejarse.

 
Las próximas semanas nos pueden desvelar mas sorpresas y la luz de la libertad puede empezar a extenderse por toda América desde el país de la eterna primavera.

 Williams Cárdenas Rubio

PDVM