¿QUÉ HACEMOS CON EL PRADO? TAMBIÉN ES “MARCA ESPAÑA”
La polémica si Hermitage en Barcelona o en Madrid, nos debería hacer reflexionar acerca de potenciar nuestras propias colecciones estatales como una necesidad de fortalecer nuestra propia identidad artístico cultural.
Jorge Llopis Planas
Critico de Arte (AECA)
Las franquicias museísticas han convertido finalmente al Arte en mayúsculas en un innegable recurso turístico de. Desde la perspectiva artística permite que las grandes colecciones puedan “expandirse” más allá de sus espacios originales, fomentando interesantes acuerdos comerciales y beneficios, no exentos de polémicas y cuestiones varias como son la calidad de las colecciones exportadas o su ubicación. Finalmente los grandes museos han apostado por vender su marca, aunque no deja de ser también una manera de “exportar” unos valores.
El invento empezó hace 21 años con la apertura del Museo Guggenheim en Bilbao, que además supuso un embellecimiento, remodelación y cambio en la imagen de la ciudad. Paso de ser una capital industrial caduca a un espacio de arte urbano. No obstante hay también que recordar que las experiencias de la “Cadena Guggenheim” en Berlín y Las Vegas fueron un fracaso.
Pero claro, pasamos de las iniciativas privadas a las grandes pinacotecas como el Museo Lourvre en Abu Dabi y Lens (Bélgica) o el Pompidou en Málaga. También El Museo del Hermitage que ya tiene dos sedes más fuera de Rusia: Hamsterdam y Venecia y por lo visto los rusos están pensando en nuestro país desde 2015, ya sea Barcelona o Madrid.
…Con el arte, tal vez tengamos algo más en común con los rusos, como así parece ser por la colección de 187 pinturas de arte español que atesora el Hermitage y que prefiero no preguntarme de donde proceden…
No digo yo que a los de Abu Dhabi lo tener un Louvre no les importe, incluso hasta les conviene, ya que tener algo de cultura en semejante secarral surgido de la nada les da cierto lustre en medio de tanta horterada pomposa de nuevo cuño, pero teniendo en cuenta los planteamientos mahometanos del arte a lo mejor el arte europeo clásico tal vez les quede un poco “alejado” por herético o blasfemo. Nosotros con la cultura rusa, poco tenemos que ver como ya se demostró en aquel intento de montar corridas en Moscú durante el gobierno de Yeltsin con figuras como Finito de Moscú (Román Karpoukhine) o la rejoneadora Lidia Artomónova. Cuentan las crónicas que entre el frío, el vodka, lo manso de las reses y el poco arte, aquello fue una carnicería que provocó que el alcalde de Moscú cancelara las corridas previstas para septiembre de aquel 2001. Con el arte, tal vez tengamos algo más en común con los rusos, como así parece ser por la colección de 187 pinturas de arte español que atesora el Hermitage y que prefiero no preguntarme de donde proceden…Imagino que en sus fondos deben haber muchas más obras maestras de artistas españoles, ya que el botín de guerra capturado a los alemanes después de la II Guerra Mundial y que a su vez procedía del expolio nazi, fue sustancioso, muy copioso y que jamás, fue ni será aclarado, ni explicado por el gobierno ruso...Por tanto, si el futuro Hermitage Ispaniya, trajese “de vuelta a casa a los nuestros”, pues tampoco me parecería mal. A ver si tenemos más suerte que con el Semiramis, aunque con lo miserable y timorato e incompetente que siempre ha sido Patrimonio del Estado en estas cuestiones de reclamar lo nuestro robado por otros, dudo que se recuperase nada…
¿No sería acaso un inestimable recurso turístico en las grandes capitales turísticas españolas y por que no los grandes puertos de cruceros, tener una sede del Prado propia?
Imagino que alguno lo habrá pensado ya ¿Y con el Prado, porque no?. Eso mismo me pregunto yo. Son las guías turísticas las que clasifican a nuestro museo como la 3ª pinacoteca del mundo y de la que podemos, no sólo presumir, sino sentirnos orgullosos y representa nuestra cultura y pasado y donde están presentes artistas de los periodos más importantes de la historia del arte y regiones de España.
¿No sería un inestimable recurso turístico en las grandes capitales turísticas españolas y por que no los grandes puertos de cruceros, una sede del Prado propio? ¿No sería acaso una innegable iniciativa cultural común para todos los españoles creando un sentimiento común de pertenencia a través del arte?.
El museo del Prado tiene 1.714 obras expuestas, pero no hay que olvidar que el inventario de bienes artísticos del Museo comprende 27.509 objetos, desglosados en: 7.825 pinturas 8.637 dibujos, 5.493 grabados y 34 matrices de estampación, 932 esculturas (más 154 fragmentos), 1.101 piezas de artes decorativas, 38 armas y armaduras, 2.155 medallas y monedas, 981 fotografías, 4 libros y 155 mapas. Es decir, que “genero” hay de sobras para poder poner en marcha como mínimo dos franquicias en suelo patrio, incluso temáticas si me apuran, sin tener que alterar la colección permanente, aunque que tampoco pasaría nada si se envía “Las Meninas” o alguno de los Rubens a Barcelona, que para algo son de todos los españoles …
En el Prado se conservan obras de pintores catalanes, vascos, gallegos, valencianos, murcianos, andaluces, madrileños… pero claro, a lo mejor las “nuevas generaciones” pueden pensar hoy que el museo madrileño es como el British Museum o el Louvre fueron creados para exhibir sus botines de guerra y conquistas.
La oferta museística de nuestras ciudades es importante. Está bien que grandes colecciones privadas prefieran quedarse en casa que no irse a Andorra, lo lamentable es que un niño de Girona no sepa quien fue Alonso Cano, que un adolescente de Barakaldo, Murillo o una niña valenciana quien es María Blanchard, por ser simplemente artistas españoles.
Pero claro, para ello hay que tener sentido de Estado. Algo que de momento ni está , ni se le espera…