Redacción Madrid. El primer ministro británico, Gordon Brown, afirmó este viernes que no renunciará a pesar de las presiones que ha recibido en las últimas horas para que convoque elecciones anticipadas a raíz de los efectos que ha generado el escándalo de gastos en el Parlamento. Brown también reconoció que, a consecuencia de esta situación y de las renuncias en el seno de su gabinete, el Partido Laborista fue derrotado en las elecciones locales celebradas el jueves.