Miguel Massanet Bosch. Europa ( parece que Italia ya se ha mostrado dispuesta a hacer causa común con España en este contencioso) deberá tomar como un ataque a la UE, un desprecio por los usos internacionales y un precedente extraordinariamente peligroso para la economía mundial y las relaciones financieras internacionales, el que, una nación, dicte sus propias reglas, se atribuya facultades de saltarse las normas internacionales y que, para cubrir sus propias deficiencias, para tender una cortina de humo sobre sus problemas económicos y para desviar la atención de la ciudadanía de los fallos del gobierno de la señora Kischner, se apele a trucos propios de tahúres y no de naciones civilizadas, como es la Argentina.