Miguel Massanet Bosch. La tradicional habilidad propagandística de la izquierda ha convertido, por arte de magia, la gran victoria electoral del PP en Andalucía, en derrota.
El hecho innegable de que, el PP, a pesar de tener controladas la mayoría de autonomías y municipios, tenga que bregar con una serie de autonomías díscolas, interesadas en crear problemas para intentar sacar tajada y, al parecer, dispuestas a boicotear cualquier acuerdo que tome el resto de España, para impedir que el programa de recortes del Gobierno pudiera tener éxito o, al menos, intentar recortarlo y ensombrecerlo para que, quienes nos observan con lupa desde el extranjero, encuentren motivos que alimenten su desconfianza hacia nosotros.