Lluis Esquena Romaguera. "No existe un divorcio católico, sino que no existió el matrimonio. Y si existió, es indisoluble". Lo recordaba el Santo Padre en la rueda de prensa del avión que le traía de vuelta de Estados Unidos. Asimismo, señaló, que el motu proprio sobre los procesos de nulidad matrimonial “facilita los procesos en el tiempo, pero no es un divorcio, porque el matrimonio es indisoluble cuando es sacramento, y esto la Iglesia no lo puede cambiar, es doctrina, es un sacramento indisoluble”.