40 DÍAS POR LA VIDA VS. INVIERNO DEMOGRÁFICO
Fidel García Martínez
Es un movimiento internacional de oración y ayuno en defensa del concebido y no-nacido. Dos veces al año sus cada vez más numerosos seguidores jóvenes en todo el mundo rezan durante cuarenta días, doce horas por turnos, algunos delante de abortorios. En España son 20 las ciudades en las que está presente. Estos días se extienden, desde el 28 de septiembre hasta el 6 de noviembre, rezando por el fin del aborto. Además de tiempo de oración y ayuno, esta asociación por la Vida del nasciturus, los días 11 y 12 de septiembre celebró en Madrid un congreso extraordinario con varias actividades: conferencias, coloquios y talleres en las que se analizaráan los graves problemas que las leyes abortistas están causando en el grave problema de la natalidad y el invierno demográfico que amenaza con la misma supervivencia de pueblos y de países.
El grave drama social del aborto no es una cuestión de fe religiosa sino de la ética más elemental y de la más elemental ciencia biológica. Son muchos los que admiran la antigua Roma por su poderío militar o por sus grandes construcciones arquitectónicas, coliseos, termas, vias, acueductos, (...) pero en esa Roma pagana se arrojaban a las alcantarillas los fetos vivos y los niños a los que sus progenitores rechazaban.
Los cristianos se opusieron de forma radical a aquellos actos contra el vida humana. En la sociedad actual en pleno siglo XXI se protegen a todas las especies animales, como debe ser porque son criaturas de Nuestro Señor, como decía y practicaba con el hermano lobo su amigo Francisco de Asís, mientras se comercia y se descarta la vida de los concebidos y no nacidos. Lo que supone el triunfo de los poderosos sobre los más débiles a quienes con leyes injustas se les priva de vivir. La vida humana desde el punto de vista científico se inicia en el mismo momento de la fecundación. Cualquier niño, a cualquier edad, en cualquier momento es un ser humano vivo, porque es imposible que fuera vivo si en algún momento estuvo muerto, porque la vida solo viene de la vida. Ningún científico niega que un feto sea un ser vivo, eso solo se puede negar por ideología, no por ciencia. Las personas que pertenecen a los asociación 40 días por la vida, son con frecuencia presentadas por políticos y periodistas como delincuentes por rezar, sin molestar nadie y en el más estricto orden y en silencio. Represión totalmente injusta por ridícula.