Fidel García Martínez. El flamante presidente argentino se ha constituido por su personalidad e ideas políticas en un referente mundial de una nueva forma de hacer política, con un discurso agresivo contra el discurso político de la que llama casta: políticos, empresarios y sindicalistas socialistas y comunistas. Incluso ha llegado a afirmar que la justicia social es un delito, cuando la doctrina social de la Iglesia acepta esta denominación relacionada con el Mensaje del Evangelio, no con la ideología de la izquierda ideológica social comunista que ataca continuamente a la Iglesia Católica, porque para ellos la Caridad se opone a la justicia, como si fueran antitéticas, cuando son profundamente evangélicas y no se oponen sino se complementan.

El ejemplo más contundente es CARITAS, tal como se entiende y se vive en la Iglesia, cuando la justicia política no es suficiente. Milei antes de dedicarse a la política de forma intensa, acusó gravemente al Papa Francisco de forma soez y reaccionaria. Aunque en su visita al Vaticano el Papa lo abrazó como cariño y reconciliación. Evidentemente el Papa no piensa igual que Milei en las materias de la justicia social basada en los valores del Evangelio, tienen posturas casi irreconciliables, porque la cuestión no es con el Papa Francisco o con la Iglesia Católica.

Basta tener en cuenta la esencia del Evangelio que son las Bienaventuranzas, que cuestionan los mensajes políticos religiosos basados en el Antiguo Testamento tal como los interpreta Milei, cuando “habla de las fuerzas del cielo”, aunque Milei introduce el factor religioso judaico como parte de la política, sin embargo no parece que tenga en cuenta las denuncias de los profetas cuando hablan de la atención al pobre, a la viuda al huérfano.

Todo el Evangelio es Jesús que da la vida por los demás. Y que la vida tiene sentido cuando amas al prójimo. Se puede afirmar que el anarcocapitalismo de Milei, nada tiene que ver con el Evangelio. Lo cual no quiere decir que los plurales socialismos comunistas, que ha vaciado el concepto de justicia social, estén más cerca del Evangelio, sino todo lo contrario; manifiestan en acción política real un claro antagonismo frente al Mensaje Evangélico.