AES Madrid quiere denunciar en primer lugar que está nueva Ley del gobierno del Partido Popular, en plena consonancia con la ya aprobada por el mismo gobierno popular el pasado 21/3, obliga a los educadores a enseñar contra el más elemental Orden Natural, violando así el derecho fundamental del niño a ser educado en la Verdad.

Así mismo denuncia que la ley prohíbe las prácticas médicas terapéuticas aplicadas a la conversión de la identidad sexual aún al margen de la voluntad de quién las recibe. AES Madrid, ante la aprobación de esta ley por unanimidad en el parlamento regional, quiere manifestar su total oposición a la misma al entender que dicha ley entierra definitivamente el derecho elemental que los padres tienen a educar a sus hijos ya que impone un modelo ideológico en todos los niveles escolares, publicó, concertado y privado.

También lo hace con el derecho del paciente a recibir terapias o del médico a aplicarlas. AES Madrid así mismo quiere señalar que la imposición llega al punto de invertir la carga de la prueba, siendo así el acusado culpable mientras no se demuestre lo contrario, principio que limita los más fundamentales derechos individuales y muestra una vez más, cómo se las gastan todas las fuerzas políticas en cuanto se puedan tocar sus planes comunes de borrar cualquier rastro de Orden Natural en las leyes españolas. AES Madrid quiere señalar que está Ley totalitaria está aprobada por el gobierno del Partido Popular con el apoyo de Podemos, PSOE y Ciudadanos, y recuerda el consejo de voto que miembros de la jerarquía católica hicieron con motivo de las últimas elecciones generales instando a tener en cuenta las políticas educativas de los partidos que se presentan a las mismas.

AES Madrid a este respecto observa la evidencia de que estas políticas son obviamente las mismas en cuanto a la visión antropológica de la persona y la familia dada la unanimidad en la votación producida ayer. AES Madrid hace a su vez un llamamiento a las familias, los docentes equipos directivos y miembros de patronatos educativos a ser conscientes de su responsabilidad moral a la hora de ejercer su vocación y su obligación de enseñar en la Verdad derecho fundamental que tienen todos los niños que les han sido encomendados y por lo que todo educador tendrá que dar cuentas algún día ante Dios. AES Madrid quiere manifestar su profunda preocupación ante la persecución social, política y legal a la que se va a someter a todo aquel que se le ocurra defender la Verdad, y teme porque esta violencia legal ejercida contra la libertad de expresión, de pensamiento, del ejercicio profesional así como de las obligaciones parentales, se puedan extender a otros campos como la defensa de la Vida y otros. AES Madrid a su vez advierte que en las rondas de contactos para formar gobierno que ha iniciado Mariano Rajoy, ya se ha puesto sobre el tapete el pacto educativo y teme que estas imposiciones que el gobierno popular madrileño efectúa con el apoyo de Podemos, PSOE y Cs se extiendan por toda España de modo que se consolide el cambio de paradigma ya en marcha desde hace décadas por el cual la educación de los niños y jóvenes españoles termina por convertirse en corrupción de los mismos. AES Madrid quiere señalar también que el espíritu de imposición del pensamiento único y la ideología de género que el Partido Popular aplica en esta ley, es acorde con su trayectoria histórica y afecta también a la publicidad institucional mediante el cual el gobierno regional pueda castigar económicamente a todos aquellos que no guarden sus preceptos.

Por último AES Madrid lamenta que los dos parlamentarios populares que se ausentaron en la votación quizás para mostrar de algún modo su desacuerdo, hayan desaprovechado la oportunidad de manifestar pública y notoriamente con su voto, su oposición a la ley, asumiendo las consecuencias que eso pudiera suponerles y haberse podido así significarse en coherencia. Este hecho demuestra una vez más que todo aquel que ha intentado cambiar al Partido Popular desde dentro, solo consiguió que al final el PP le cambiase a el, así como lo difícil que les resulta a algunos poner en juego los dineros, las prebendas y el poder.