Redacción Madrid. 21 de agosto.

Al menos 70 personas murieron y otras 80 resultaron heridas a consecuencia del doble atentado suicida cometido por los talibán en la fábrica de armas de la ciudad de Wah Cantt, en el noroeste del país, según informaron fuentes médicas. Los talibán paquistaníes han reivindicado el atentado debido a la campaña militar emprendida por el Gobierno en la región de Bajaur, en el noroeste del país.  

   Los dos suicidas hicieron estallar la carga explosiva que llevaban instaladas en sus cuerpos frente a la entrada principal y la entrada de mercancías del complejo industrial durante un cambio de turno, según informaron fuentes policiales a la cadena de televisión GEO.

   Aunque tan sólo pasó un minuto entre la primera explosión y la segunda, el atentado se produjo en el momento en que los trabajadores abandonaban en masa la fábrica, en la que trabajan entre 30.000 y 40.000 personas que se dedican a la fabricación de artillería, tanques y munición antiaérea para las fuerzas armadas paquistaníes.  

   Poco después de conocerse las explosiones, los talibán paquistaníes reivindicaron la autoría del atentado en respuesta a la campaña militar iniciada por las autoridades paquistaníes en la región de Bajaur, conocido santuario y refugio de los talibán cerca de la frontera con Afganistán.

   El portavoz talibán Maulvi Omar explicó que el atentado se había producido "por lo que está ocurriendo en Bajaur" y advirtió al Gobierno de que "si no se detiene", continuarán "con estos ataques", según informa Reuters.

   A principios de este mes, un grupo armado de milicianos atacó con artillería y armas automáticas un puesto de control policial, hiriendo a cinco policías. En respuesta, las fuerzas de seguridad paquistaníes dieron inicio a una operación contra diversos refugios talibán en Bajaur. El pasado martes, las fuerzas de seguridad de Pakistán abatieron a 25 milicianos durante un enfrentamiento armado en la región, entre ellas varios civiles.

   Las operaciones de las fuerzas de seguridad en Bajaur desde principios de este mes se han cobrado la vida de 170 personas y han obligado a cerca de 150.000 personas a abandonar sus casas, según cifras gubernamentales.  

   Las imágenes emitidas por la cadena muestran que la Policía ha acordonado el área y las autoridades han decretado la alerta máxima en toda la región del Punjab. El primer ministro paquistaní, Syed Yousuf Raza Gilani, y el copresidente del Partido Popular de Pakistán, Asif Ali Zardari, condenaron firmemente el atentado.  

   Por su parte, la Casa Blanca, a través de su portavoz, Gordon Johndroe, aseguró que "el presidente Bush ha trasladado a Gilani su solidaridad con Pakistán por los recientes atentados que se han cobrado la vida de tantos inocentes". Además, Washington mostró su firme disposición a que ambos países continúen cooperando para combatir el terrorismo en la zona.