Daniel Ponce Alegre. Este mes de octubre de 2015 se cumplieron 155 años de la entrega por parte de Giuseppe Garibaldi, al mando de los mercenarios conocidos como " Camisas Rojas ", de sus conquistas pertenecientes al Reino de Nápoles y al Reino de Sicilia, a la recién creada Italia.

La bella ciudad de Palermo se convirtió en ciudad italiana el 7 de junio de 1860, habiendo sido hasta aquel día gobernada desde Nápoles como parte del reino borbónico, que abarcaba la mayor parte del sur de la península itálica, y que por desgracia sentó las bases de la situación que lleva arrastrando Sicilia durante ya más de siglo y medio. En mayo de ese año 1860, Garibaldi invadió la isla, que había sido la joya del mediterráneo durante la influencia española previa a los borbones, para unirla a la nueva nación italiana, un estado artificial, " un constructo ", que costó muchas vidas y sufrimiento pero que no le importó al masón, de la Logia de Richmond Giuseppe Garibaldi, como tampoco les importó al año siguiente a los masones y protestantes de origen anglicano y nacionalistas " yanquis " del norte de los Estados Confederados de América, el iniciar la Guerra Civil Americana con el propósito de hacerse con el sur cristiano, católico y protestante.

Quien ha estado en Palermo, no puede evitar admirarse de la belleza de dicha ciudad, de su entorno, de las vistas al mar desde sus balcones naturales, es una ciudad construida durante el periodo temprano greco - romano, en la que fue el granero del Imperio, durante el periodo árabe mediterráneo, y durante el Reino de Aragón y el Imperio Español, para la belleza y la imaginación poética, y que fueron periodos de nula influencia masónica francesa y británica, reinos que a través de sus logias burguesas y empresariales saquearon Sicilia, su industria de los cítricos, que era la más beneficiosa de toda Europa, y rechazaron lo que desde siglos había sido la riqueza siciliana, el trigo y los cereales, los productos agrícolas que los españoles habíamos potenciado junto con la artesanía y las labores manuales, los siclilianos eran verdaderos artistas, como lo demuestra su influencia en la costa de Levante, y lo que fue más grave, arruinó el espíritu moral, de familia, las virtudes cristianas sicilianas, y lo hicieron desvirtuando su naturaleza y manifestaciones que hacían sentir orgullosos, es decir, " maffiosi " a los sicilianos, y fue el medio fue desarrollar la actividad masónica y desestabilizadora en la sociedad siciliana, y confundiendo estas obras malignas con el espíritu mafioso verdadero y hermoso( umertà u omertá significa humildad como virtud espiritual cristiana y no como anulación o sumisión ciega ) que era, y sigue siendo en parte, y yo tengo como proyecto ensalzar, la verdadera naturaleza siciliana, y no aquella naturaleza desvirtuada que introdujeron las logias masónicas en comandita con organizaciones criminales, valga la redundancia, para justificar el ataque y la invasión a la isla y la toma por las armas de ella para así tenerla sometida al gobierno centralizado italiano, como hicieron en los Estados Confederados de América " los yanquis " que justificaron la invasión del sur con el motivo del abolicionismo, que no del antiesclavismo, pues Lincoln no se preocupó de la situación resultante de los esclavos, además que en los estados del norte el abolicionismo no se aplicó: fue una estrategia militar para desestabilizar el sur, como lo fue la mafia en Sicilia.

Los limonares de las afueras de Palermo constituyeron el escenario que enmarcó la historia de la primera persona acosada por la mafia que dejó una detallada descripción de sus desdichas, como lo atestiguan los detallados informes policiales, del SISDE y del SISMI a los que he podido acceder . Se trataba de un cirujano respetado, Gaspare Galati. Los problemas del Doctor Galati no eran culpa únicamente de una pandilla de criminales, se debían también, en gran medida, al hecho de que no podía confiar en la policia, en la judicatura o siquiera en otros terratenientes como él, pues tenían en su mayor parte un nexo en común: formaban parte de lo que era conocido como " La Secta ", y los que no formaban parte directa de ella no querían problemas o les venía bien su apoyo. La historia del Doctor Galati desentraña otra realidad, a parte de la existencia de esta Secta, y es que los orígenes de ella y su desarrollo están estrechamente relacionados con la existencia de un Estado poco fiable e inestable: el Estado italiano, además de que durante el periodo borbónico, y de debilidad española, las logias acampaban a sus anchas en la clase alta pero no entre el pueblo que cuando quisieron controlarlo se reveló y fue sometido por las armas y por las logias que usaron a la mafia como tapadera de dominio.

Según el informe del jefe de la policía, en la mafia de la década de 1870 cualquier " hombre de honor " que fuera a iniciarse era llevado en presencia de un grupo de jefes y subjefes. Uno cortaba al aspirante en la mano o en el brazo y untaba una imagen " sagrada " con la sangre. Luego se tomaba el juramento de lealtad mientras la imagen ardía y se esparcían sus cenizas, simbolizando con ello la aniquilación de todos los traidores.

En sus primeros tiempos la mafia, como hemos dicho asienta sus bases en las logias masónicas, era una organización tan extensa y adentrada en la sociedad que sus miembros no se conocían siempre. Mafia era un término usado para referirse a una serie de bandas locales aisladas o a una red de criminales enfrentados entre sí.

Más que ningún otro aspecto de la mafia, el ritual de iniciación refuerza la antigüedad de la organización, antigüedad que se tomó prestada de las logias masónicas que fueron importadas a Sicilia a través de Nápoles y desde Francia en torno a 1810 y se hicieron muy populares entre los ambiciosos adversarios del régimen borbónico, es llamativo que logias de origen francés o inglés se enfrentarán con una dinastía de origen francés aunque española pero que consideraban que había que eliminar para ocupar ellos el poder: la situación es compleja como todo lo maligno y satánico. Sólo la Luz y la Verdad están en Dios Padre, Jahvé, y en su Hijjo Jesucristo, el Señor. Jamás en una Logia Masónica - Mafiosa.