Redacción Madrid. 12 de Septiembre.

    El Papa Benedicto XVI advirtió hoy, durante el discurso pronunciado ante 700 representantes del mundo de la cultura en París, contra el "fanatismo fundamentalista" al que se enfrenta la actual generación. Asimismo, destacó que "la búsqueda de Dios sigue siendo el fundamento de cualquier cultura verdadera".

   Tras poner de relieve que la tensión entre los vínculos y la libertad "ha modelado profundamente el pensamiento de la cultura occidental", recalcó que esa tensión se presenta de nuevo a nuestra generación "como el desafío frente a dos polos encontrados: lo arbitrario subjetivo frente al fanatismo fundamentalista". "Si la cultura europea actual entiende la libertad como la ausencia total de vínculos sería fatal y favorecería el fanatismo y la arbitrariedad", agregó el Santo Padre en el colegio de los Bernardinos, un edificio cisterciense recientemente reabierto al público tras ocho años de trabajos de restauración.

   En una alocución trufada de referencias a la relación entre la cultura y la tradición cristiana, el Santo Padre lamentó igualmente que Dios se haya convertido hoy "en el gran desconocido". "Buscar a Dios y dejarse encontrar por él no es menos necesario hoy que en el pasado", dijo.

   "Una cultura puramente positivista, que reenvíe al ámbito subjetivo la cuestión relativa a Dios sería la capitulación de la razón, la renuncia a sus posibilidades más elevadas y, por lo tanto, un fracaso del humanismo cuyas consecuencias sólo pueden ser graves", alertó. En la misma línea, destacó que "lo que ha fundado la cultura de Europa, la búsqueda de Dios y la disposición a escucharlo siguen siendo hoy los fundamentos de cualquier cultura verdadera".

   Benedicto XVI inició su discurso saludando a los representantes musulmanes presentes en el evento para a continuación hablar de la cultura monástica que se desarrolló en Europa y que generó el nacimiento de la música occidental.

   El Papa llegó al colegio en medio de los aplausos de la multitud y una vez allí fue recibido por Monseñor André Vingt-Trois, arzobispo de París, que introdujo las palabras del Santo Padre con una referencia a la memoria de Jean-Marie Lustiger, arzobispo de París fallecido en 2007 a quien se debe la reapertura del edificio cisterciense del siglo XIII.

   Entre las personalidades presentes en el colegio cisterciense se puede ver a los expresidentes Jacques Chirac y Valéry Giscard d'Estaing, la ministra de Cultura, Christine Albanel y alcalde de París, Bertrand Delanoë, así como responsables de medios de comunicación y numerosos miembros de la Academia francesa, artistas e investigadores.