Luis Losada Pescador

Semana de bochorno sanchista. Es lo que pasa cuando uno se pasa de frenada pensando que nadie le parará los pies. Primera estación: el Supremo declara nulo el nombramiento del Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, a quien acusa de “desviación de poder” por colocar a su antigua jefa, Dolores Delgado, como fiscal de Memoria Histórica, nombramiento tambiénm anulado.

Además, el Supremo también señala como “no idoneo” el nombramiento de Magdalena Valerio como presidenta del Consejo de Estado por no contar con el requisito de “jurista de reconocido prestigio”.

Desde el PSOE echan las muelas... Responden que el nombramiento de Valerio contó con el visto bueno del Congreso que es quien debe valorar la idoneidad. Tienen razón. Valerio contó con la ‘bendición’ del PP a pesar de su evidente no idoneidad para representar a una institución tan relevante como el Consejo de Estado.

El problema es que el PP tragó entonces por aquella norma no escrita de ‘hoy por ti, mañana por mi’. No vaya a ser que mañana examinen de verdad la idoneidad de los míos… De estos barros, estos lodos.

En cuanto al ‘zasca’ del Supremo, la respuesta del gobierno en boca de Bolaños, ese ministro con pinta de ser el más listo de la clase: “respetamos, pero no compartimos; porque no se puede abrir la puerta a que una entidad privada pueda juzgar decisiones que son competencia exclusiva del gobierno”. ¿El Supremo como entidad privada?, ¿de verdad que Bolaños es ministro de Justicia?

En este entorno, el PSOE pone en marcha las comisiones de investigación de actuaciones judiciales. Dicen que entran dentro de la normalidad de la Cámara. ¿Normalidad que el legislativo juzgue al judicial? Es una profanación de Montesquieu de libro. Por eso no es de extrañar los recelos del Supremo y las advertencias europeas.

El gobierno se empeña en ‘vender’ que Europa no está preocupada por la violación de la separación de poderes y por los riesgos para la independencia del poder judicial. Pero si no están preocuapdos, ¿por qué Bolaños acudió a reunirse con el comisario de Justicia, Didier Reynders?

Bolaños, el que considera al Supremo una entidad privada, sale en rueda de prensa para afirmar que en Europa hay “cero preocupación” sobre la democracia española, el estado de Derecho, la separación de poderes y la independencia del poder judicial. Añade que Bruselas considera que el debate de la amnistía es un asunto interno.

Posteriormente, les dice a los periodistas en corrillo que esa es la conclusión a la que ha llegado él. O sea que se permite interpretar y poner en boca de Reynders lo que el comisario no dijo. Y obviamente, el comisario señala en una nota de prensa que hablaron de amnistía y que seguirán hablando del asunto. Es decir, obviamente no lo considera un asunto interno. ¿Cabe mayor bochorno?

¡Qué vergüenza nos está haciendo pasar un presidente que desconoce los rudimentos de la ética, la estética y el saber estar!

El anzuelo del pescador

Israel. Sánchez acusa a Israel de crímenes de guerra al afirmar que su respuesta es desproporcionada. Israel responde con la llamada del embajador a consultas. Probablemente Sánchez pretendía contentar a la rama Sumar de su gobierno. ¿Pero nadie le asesora de las consecuencias en política exterior? Normal que Macron y Meloni le hagan el vacío. ¡Vergüenza de presidente!

Pandilleros en el gobierno. El PSOE y Junts negocian el futuro de España en Ginebra. ¿Estamos en guerra? El mediador es un diplomático salvadoreño supuestamente experto en pandillas, Francisco Galindo. ¡Qué propio!

Voxización del PP. Feijóo ha decidido reiterar las movilizaciones, inundar de banderas de España y hacer sonar el himno nacional tras las manifestaciones. Además, su discurso se ha endurecido. No hay duda: su objetivo es comerse a Vox.