Luis Losada Pescador

Ni la ayuda europea será infinita ni será mañana ni será gratis. El gobierno ya asume que es más que probable que la financiación europea llegue el año que viene y también descuenta que habrá condicionalidad. Mientras tanto, maquinita de deuda. Los bancos comprarán papel sabiendo que en tiempo real lo descontarán en el BCE. Lagarde redobla la liquidez y baja el precio. Barra libre para intentar apagar el incendio. Aunque sea con gasolina…

Y como Bruselas es lenta de cartera para darnos la anhelada renta básica a la que aspira el tándem ‘Picapiedra’, Sánchez se lanza a la desescalada sin paracaídas. Las mentiras tienen las patas cortas y la añagaza de la OCDE duró apenas 24 horas. No somos de los países con más test, sino de los de menos.

Así que abrimos la economía a tientas, a ensayo-error. Igualito de Corea o Singapur… Si tenemos suerte nuestra economía se despeñará un 9,2% y alcanzaremos un paro del 19%. Si los cálculos del gobierno fallan, la caída será muy superior. Pero nadie quedará atrás…

La empresa española es capaz de fabricar test sin estado de alarma, por mero estudio de marketing o sentido altruista o ambos. Pero el desgobierno es tan incapaz que la producción se va fuera de nuestras fronteras hasta que el escarnio público es tan evidente que el burócrata decide levantar el boli y contratar.

Es esa desidia la que ralentiza la desescalada y el agujero económico. Por eso los sectores más afectados -comercios, hoteles, bares y restaurantes- estallan. Advierten que un tercio de los bares cerrarán definitivamente si no abren con normalidad antes de un mes. Denuncian que con las condiciones de aforo no les salen los números. Y Teresa Ribera, la encargada de las fases, la empática, les dice que si no quieren abrir, que no abran. Les traduzco lo que escucharon esos pequeños empresarios: “Como somos unos inútiles y somos el país que peor hemos gestionado la crisis, no nos importa vuestra muerte empresarial”. Psicópatas. Gracias.

Si alguien espera o cree que esto saldrá gratis, vive en otro mundo. El PIB cayó un 33% en la segunda quincena de marzo -y lo que te rondaré en abril- con negligencia y sin empatía. ¿Es que esto es remontable? Ni la tradicional amnesia española puede con este boquete económico y moral.

Y luego está la Justicia. Varios tribunales superiores de Justicia censuran el abuso del estado de alarma y la limitación de libertades que supone. Se ha empoderado a las policías -incluidas las del balcón- en la represión sin piedad. Se persigue al que se escapa solo al monte y se vigilan las azoteas desde helicóptero. El sueño de todo comunista. Sólo que España es un Estado de Derecho -o así- y la Justicia tiene las mismas ganas de que les abran la puerta que la inmensa mayoría de los ciudadanos. Seguro que habrá hasta quien le haga ilusión trabajar en agosto…

El gobierno busca culpables bajo las piedras. Los recortes del PP ya no cuelan, así que ahora coloca en la diana a los padres irresponsables, a los ciudadanos que no están a la altura. ¿Por ejemplo Pablo Iglesias?

El anzuelo del pescador

Abascal a por Iglesias. Dice que con el ‘Coletas’ la propiedad privada y los ahorros están en peligro. Apuntilla a la presa que se cobrarán las ayudas de Bruselas.

Celaá, a lo suyo. Ajena a hecatombe sanitaria y económica, Celaá sigue a lo suyo: ataque a la diferenciada y concertada y cierre de la educación especial. ¿Es tan difícil aplicar la máxima de “si funciona, no lo toques”?

No al aprobado general. Los universitarios son mayoritariamente contrarios al aprobado general porque les puede estigmatizar laboralmente. A ver si aprende el gobierno: los españoles no queremos igualitarismo por abajo.

Y los ERTEs sin cobrar. Muchos ERTEs siguen sin cobrar por burocracia y por falta de liquidez. ¿Y todavía pretenden la renta básica universal y eterna? El niño no tiene para comer, pero le prometemos la Play…