Después de la payasada, la traición y la felonía, viene la vergüenza y el bochorno
Javier Garcia Isac. Un Gobierno inoperante ante el anuncio anticipado de la comisión de un delito; una oposición empeñada en sentarse a negociar sin saber muy bien que negociar; unos fiscales, auténticos impresentables, que se lavan las manos y que prefieren no tomar medidas ante lo que parece ser uno de los mayores ridículos de la historia reciente de España.
Este es el panorama del país en el que vivimos.
Nadie se pone serio. Nadie toma medidas. Todos, incluyendo medios de comunicación complacientes, partidos políticos, sindicatos ladrones, patronal impresentable, Gobierno paralizado, fiscales de los que tengo serias dudas de su papel y del por qué están donde están, son culpables de que en España se ponga en duda su propia existencia.
No llego a comprender a tanto cobarde, miserable y ruin que nos rodea. No son capaces de entender que esto puede suponer el principio del fin de ellos mismos.
Pululan por España una legión de arribistas distribuidos en todos los órdenes: políticos, sociales, de la comunicación, deportivos e incluso culturales. La consigna es clara: no hacer nada ante lo que sucede aquí.
Es igual que dos ex presidentes de la Junta Andaluza, dos ex ministros, dos exjefes del Partido Socialista sean imputados por lo que es el mayor caso de corrupción jamás descubierto en nuestro país. No hacer nada ante los escándalos que salpican a la Casa Real y a nuestro anterior Jefe del Estado (no confundir con Franco). No hacer nada ante las imputaciones a miembros relevantes del partido en el poder. No hacer nada ante la amenaza secesionista y su payasada escenográfica del 9 de Noviembre. No hacer nada que pueda molestar a la fuerza ascendente de “Potemos” excepto la de rendirles pleitesía, darles cobertura mediática y defender sus absurdos postulados.
Hasta los periodistas deportivos parecen querer colocarse dentro de este movimiento. Todos toman posiciones ante lo que puede suceder. Nadie desea quedarse fuera.
Ahora resulta que todos son anti-sistema y se sienten representados por el 15M y les encanta la dialéctica marxista y chavista de Pablo Iglesias…¡acojonante!.¡Quien lo iba a decir!. Qué asco me dan todos estos pelotas de última hora. Se pensaban que esto es suficiente para conservar su puesto.
Y para culminar la semana de despropósitos, bochorno y vergüenza ajena, tenemos al Partido Popular de Madrid sometiendo a sus nuevos alcaldes a una especie de examen, de test, que todavía me tienen anonadado. Se les somete a escarnio público, a una humillación colectiva donde se les pregunta todo tipo de gilipolleces absurdas menos si son capaces de gobernar su municipio correspondiente. Si esta es la receta del Partido Popular para luchar contra la corrupción y acabar con ella, es que todavía son más tontos de lo que había imaginado.