Duplicar los recursos del FMI y reforzar sus poderes
Redacción Madrid. 22 de febrero. Los líderes europeos del G-20 pidieron hoy duplicar los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI), hasta situarlos en 500.000 millones de dólares, para que este órgano pueda asistir con mayor rapidez y flexibilidad a los países que tengan dificultades para pagar su deuda. Apostaron además por reforzar los poderes del FMI y del Foro de Estabilidad financiera para que se encarguen de controlar la aplicación de las reformas del sistema financiero internacional.
Estas son algunas de las siete propuestas concretas que la UE llevará a la cumbre del G-20 que se celebra en Londres el 2 de abril con la participación de los principales países industrializados y emergentes del mundo. Las presentaron en una rueda de prensa conjunta los participantes en la cumbre de Berlín: la anfitriona, Angela Merkel; el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero; el presidente francés, Nicolas Sarkozy; el primer ministro británico, Gordon Brown; el italiano, Silvio Berlusconi; el holandés, Jan Peter Balkenende; el luxemburgués, Jean-Claude Juncker; y el checo, Jan Peter Balkenende. También estaba presente el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.
Todos ellos reiteraron su propósito de regular todos los productos, mercados y actores financieros, incluyendo los 'hedge funds' y las agencias de calificación de riesgo, para evitar que se repita una crisis como la actual. Además, anunciaron que elaborarán una lista de paraísos fiscales que no cooperen con los Gobiernos y exigirán que se les impongan sanciones. Y propusieron que los bancos refuercen sus provisiones en los buenos momentos económicos para poder resistir mejor a las recesiones, siguiendo así el ejemplo del modelo español de regulación.
"Tenemos confianza y seguridad de que, aun con las dificultades y serias que vamos a atravesar, unidos vamos a salir de la crisis para tener un nuevo sistema financiero internacional sólido, transparente, ético", dijo Zapatero en la rueda de prensa final de la reunión.
Merkel subrayó que la prioridad es "restaurar la confianza en los mercados" y "emitir la señal de que tenemos la oportunidad de salir más fuertes de esta crisis con una nueva arquitectura financiera". Por su parte, Sarkozy avisó de que la reunión del G-20 será "la última oportunidad". "No podemos permitirnos un fracaso en Londres", dijo el presidente francés.
El primer ministro italiano insistió en la necesidad de que los países de la UE coordinen su respuesta frente a la crisis y busquen el apoyo de Estados Unidos y de países emergentes como China. Y su homólogo luxemburgués y presidente del Eurogrupo pidió "no cometer el error de pedir nuevas medidas cada día" y esperar a ver los resultados de las medidas de estímulo ya aprobadas antes de decidir otras nuevas.
Juncker admitió que los planes de estímulo son necesarios para combatir la recesión pero pidió que se respete el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) y que los países de la UE diseñen "estrategias de salida" del déficit y la deuda cuando mejore la situación.
El presidente Zapatero insistió en que es necesario "erradicar" los paraísos fiscales, limitar los incentivos que llevan a los directivos de los bancos a adoptar riesgos excesivos, crear un sistema de supervisión global transparente y evitar las medidas proteccionistas. Dijo que la reunión del G-20 que se celebró el pasado noviembre en Washington sirvió para planificar la reforma del sistema financiero internacional y que espera que Londres "sea una cumbre de decisiones y de acción".
NO AL PROTECCIONISMO.
Zapatero expresó su rechazo a todas las formas de proteccionismo, y en particular al proteccionismo financiero, por ser un "espejismo económico" que acaba siendo "perjudicial" para todos los países. En todo caso, dijo que la lucha contra el proteccionismo es "perfectamente compatible" con el apoyo a sectores industriales en dificultades, como el del automóvil. Y apuntó que corresponde a la Comisión Europea garantizar que los planes de cada país, tanto los bancarios como los del sector del automóvil, respetan las reglas.
La canciller Merkel dijo que los planes nacionales de ayuda al automóvil se volverán a discutir en la cumbre extraordinaria de líderes europeos prevista el 1 de marzo en Bruselas para garantizar que no sean proteccionistas. También dijo que hay que asegurarse de que tampoco el plan del automóvil de EEUU siga esta línea. Y el primer ministro checo y presidente de turno de la UE zanjó su disputa con Sarkozy a cuenta de esta cuestión y aseguró que no tiene "diferencias" con el presidente francés y que el enfrentamiento entre los dos durante las últimas semanas fue culpa de la prensa.
Los líderes europeos del G-20 se comprometieron a que todas las medidas que adopten frente a la crisis "limiten al mínimo las distorsiones a la competencia" y pidieron al resto de países del mundo que hagan lo mismo. Aseguraron que evitarán las medidas proteccionistas y reclamaron que se relance la ronda de liberalización comercial de Doha.
El primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, pidió que la crisis no haga olvidar la "solidaridad" con los países más afectados por las turbulencias. En este sentido, el primer ministro británico, Gordon Brown, reclamó una "acción internacional" para ayudar a los países del Este y del Centro de Europa y defendió que para ello es necesario aumentar los recursos del FMI hasta los 500.000 millones de dólares.
"Si alguien tiene necesidad de solidaridad puede contar con sus socios", explicó Sarkozy al ser preguntado por cómo reaccionaría si un país de la eurozona se encuentra con problemas para pagar su deuda. Juncker insistió en que este riesgo no existe, al menos de forma "inminente", mientras que Barroso, subrayó que la eurozona no se encuentra en peor situación que otras áreas económicas del mundo y que el euro ha servido como refugio.
Los líderes europeos del G-20 apoyaron además la propuesta de la canciller Merkel de crear una Carta Global para una Economía Sostenible, que cumpla los Objetivos del Milenio de lucha contra la pobreza, y "que apueste por una economía d de la innovación medioambiental, por una economía verde como el gran reto y la gran transformación más productiva en las próximas décadas", según explicó Zapatero.
Los acuerdos alcanzados este domingo todavía deben ser ratificados por los líderes de los Veintisiete en la cumbre extraordinaria del 1 de marzo. Antes de Londres, la UE celebrará otra cumbre ordinaria los días 19 y 20 de marzo.