Redacción Madrid. 6 de junio. El avión de Air France que desapareció en el Atlántico con 228 personas a bordo envió hasta 24 mensajes automáticos de anomalías antes de desaparecer a medida que sus sistemas cayeron uno a uno, indicaron hoy los investigadores franceses.
El director de la agencia francesa de investigación de accidentes aéreos, Paul-Louis Arslanian, dijo que la nave no tenía el piloto automático conectado. Según el experto, no estaba claro si los pilotos desconectaron este dispositivo o dejó de funcionar cuando recibió datos contradictorios sobre la velocidad del avión.
Los restos del Airbus A330, que hacía la ruta Río de Janeiro a París, siguen perdidos cinco días después de que desapareciera de los radares.
Además, meteorólogos franceses indicaron que no hay pruebas que el avión se topara con una tormenta "excepcional". "Definitivamente habían poderosos cumulunimbus (nubes tormentosas) pero éstos son frecuentes en esa zona", afirmó Alain Ratier, director adjunto del servicio meteorológico francés. Los esfuerzos para localizar los restos se centran ahora en dos balizas de sonar que estaban sujetas a las cajas negras del avión.
Sin embargo, los investigadores franceses afirman que no hay garantías de que las balizas no se hayan dispersado por el impacto del accidente.
Por su parte, los equipos de rescate brasileños creen haber descubierto restos del avión, aunque todavía no han recuperado ninguna pieza.
El Gobierno francés envió el viernes un submarino nuclear para ayudar en las tareas de búsqueda.
Francia también dispondrá dos pequeños sumergibles para la investigación en aguas profundas con el fin de localizar las cajas negras que se cree están en el lecho marino a miles de metros de la superficie.
El ministro de Defensa francés, Herve Morin, afirmó que el submarino nuclear, equipado con la más avanzada tecnología de rastreo, será clave a la hora de encontrar las cajas negras del aparato.
Una de las teorías que ahora se manejan para explicar el colapso del aparato es que los tubos que alimentan los sensores de velocidad podrían haberse congelado, confundiendo a las computadoras del avión.
Un portavoz de Airbus aseguró que se había enviado una nota a las tripulaciones de la compañía recordándoles qué hacer cuando los indicadores de velocidad dan lecturas conflictivas.
Sin las grabaciones de la nave, los investigadores están trabajando con una mano atada a sus espaldas, mientras el mundo espera respuestas.
Mientras, el diario francés Le Monde señala en su edición del sábado que la aeronave habría volado a una "velocidad equivocada". La búsqueda continúa, después de que un alto mando de la Fuerza Aérea Brasileña informara de que los restos recuperados el jueves en el mar no eran del avión de Air France, como se había dicho antes.
Las fuertes corrientes en la zona, que mueve todo objeto a bastante velocidad por las marejadas, han convertido la búsqueda en una carrera marítima y existen muchas dudas de que se puedan recueprar las cajas negras.