Podemos pretende “liberar” a los periodistas de las estructuras de propiedad siguiendo el modelo de Ecuador, calificado como el país hispano con menos libertad de prensa.

Luis Losada Pescador. Que un consistorio tenga una web para ofrecer información oficial no es noticia. Que cree una web para señalar a periodistas e informaciones incómodos suena a censura. Que la sra alcaldesa Manuela Carmena quiera desmentir determinadas informaciones es normal. Que lo haga en una rueda de prensa semanal como hace todo el mundo. Pero no. Carmena ha optado por algo más: por crear el ministerio de la Verdad.

No es nuevo. Todos los totalitarismos lo hacen. Podemos ya ha anunciado que su modelo es “liberar” a los periodistas de las estructuras de propiedad. Según esta filosofía, la propiedad es intrínsecamente perversa y los periodistas terminan siendo esclavos de dicha propiedad, prostituyendo la información.

Pero hete aquí que llega el ‘Podemos redentor’ que nos va a liberar del yugo. ¿Y cómo alcanzaremos la libertad? La libertad se llama propiedad colectiva, o sea, pública, o sea, de ellos, que como todo el mundo sabe son unos amantes de la libertad. ¡Viva el Pravda!

Son tan amantes de la libertad que en una reunión con Cristina Cifuentes le llevaron una lista de periodistas ‘prescindibles’ de Telemadrid: Ana Samboal, Alfoso Rojo, y un largo etcétera. En plan amantes de la libertad… Cifuentes -que también ama la libertad- tardó 24 horas en blindar su contrato con indemnizaciones millonarias que pagaríamos los madrileños si los del amor primero a la libertad llegaran a tocar el mando.

Pero es que además, llegan a verbalizar que su modelo es el de Ecuador. Y quizás no saben que varios organismos internacionales ya han denunciado que Ecuador es el país más restrictivo para la libertad de prensa. Incluso más que Venezuela.

Líbranos, Señor, de estos redentores…No son los primeros en pretender un ministerio de la Verdad. Ni en aspirar a que todos seamos iguales. Eso sí, algunos más iguales que otros…

Sólo me tranquiliza que la polémica no es sino intelectual. Podemos no alcanzará nunca el gobierno. Aspiran a englobar a la masa de descontentos con el sistema, pero la cabra tira al monte. Y lo hace con el cainismo que siempre ha tenido la izquierda. La ‘guerra civil’ en la que andan enfrentados con Ahora en Común desgasta. Además, la prepotencia y vanidad de Iglesias ha colmado la paciencia de las bases. Iglesias mantendrá el control de la checa. Pero con desgaste.

Y por si fuera poco, cometió el error de abrazarse a Tsipras y advertir que tras Grecia íbamos nosotros. Tsipras no quería caldo y ha terminado tomando dos tazas con resultado probable de anticipadas. Y el fiasco ha sido tan potente que hasta Rajoy ha sabido aprovechar la oportunidad. Iglesias aprovechó bien la desafección ciudadana pero gestiona mal las crisis internas y las tensiones izquierda-centro, control-sumar.

El ministerio de la Verdad –afortunadamente- será un sueño de algunos totalitarios que permanecerá en el cajón.

El anzuelo del pescador
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