Carlota Sedeño Martínez. Los telediarios presentan cada día noticias de abundantes sucesos, algunas con marcada reiteración, se expone lo más negativo que acontece en nuestro mundo globalizado. Por eso, no se entiende que se silencie algo sucedido en Siria: islamistas radicales han crucificado a cristianos de su país, han jugado al fútbol con sus cabezas, han extraído niños del vientre de mujeres gestantes y después…..No quiero seguir con esta barbarie. Por eso se pueden entender estas palabras recientes del Papa Francisco: “Yo lloré cuando vi en los medios de comunicación la noticia de cristianos crucificados en cierto país no cristiano….Así como los apóstoles, hoy también se ve a tantos fieles que se sienten dichosos por haber sido juzgados dignos de padecer ultrajes por el nombre de Jesús.” Sobre la persecución actual de cristianos en tantas partes del mundo, el Papa dijo: “Existen países en los que solo por llevar el Evangelio, vas a la cárcel.” Sí, Jesús sigue siendo perseguido a muerte. En el mundo occidental no contemplamos este horror. La persecución existe pero es diferente: suele realizarse a través de la mentira, el descrédito, la difamación y la insidia permanente. El arte se usa, en ocasiones, como excusa para agredir al cristianismo y, muchas veces, con fondos públicos, mediante expresiones y publicaciones groseras. Elijo finalizar con estas palabras esperanzadoras del Papa Francisco: “La mayor prueba de la fiabilidad del amor de Cristo se encuentra en su muerte por los hombres. Si dar la vida por los amigos es la demostración más grande de amor, Jesús ha ofrecido la suya por todos, también por sus enemigos, para transformar los corazones.”