Daniel Ponce Alegre. Delegado en Levante de Diplomacia S. XXI. Tuve el privilegio, hace unos días, de poder visitar la Sección del SEPRONA de la Provincia de Valencia, sita en la C/ Calamocha, 4 de la ciudad de Valencia, sede de la Comandancia de la Guardia Civil.
En esta visita, además de poder ver y conocer las instalaciones, el material con el que cuentan y hacen uso a diario en su abnegado pero hermoso trabajo y de conocer también la parte de ese trabajo más ignorada, como es la realización de diversos informes técnicos muy especializados para los juzgados, consejerías u otras instancias que los solicitan, tuve el honor de poder conversar con la Teniente de la Guardia Civil Dña. María Pilar Meléndez, Jefe de Sección del SEPRONA de Valencia, una excelente persona y profesional con más de 20 años de servicio en la Guardia Civil en muy diversos destinos en territorio nacional y en misiones internacionales.
Como saben los lectores de este Diario, es frecuente que en mis artículos haga mención al contexto histórico de lo que trato, y en este caso concreto, para ser conscientes de la importante la labor de la Teniente Mª Pilar Meléndez, y de los Suboficiales y Guardias que forman parte de la Sección del SEPRONA de Valencia y que están bajo su prudente y discreto mando y dirección.
Desde sus orígenes la Guardia Civil ha trabajado para garantizar el cumplimiento de las normas relativas a caza, pesca y conservación de los bosques. En 1876 mediante RO de 7 de junio, el Cuerpo asume el desempeño del servicio de seguridad y policía rural y forestal. Esta nueva misión comprendía funciones de protección de montes públicos, prevención de incendios e impedir aprovechamientos clandestinos de recursos. La LO 2/1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, más de un siglo después, encomienda a la Guardia Civil " velar por la conservación de la naturaleza y el medio ambiente ". En consecuencia, la Orden General 72 de 21 de junio de 1988 crea el Servicio de Protección de la Naturaleza - SEPRONA, como respuesta profesional y especializada de la Guardia Civil al mandato constitucional de " garantizar el derecho de los ciudadanos a disfrutar de un medio ambiente adecuado así como el deber de conservarlo ".
En este contexto histórico, del que son plenamente conscientes los profesionales del SEPRONA, trabajan a diario en la Sección de Valencia y cumplen con las funciones que se les han encomendado y las nuevas responsabilidades que se les van incorporando.
En su rutina diaria, la Teniente Mª Pilar Meléndez supervisa el trabajo que hacen las diferentes patrullas y el equipo, despacha los muy diversos asuntos pendientes con la Jefatura de la Comandancia, y trata con las diferentes Consejerías y con la Fiscalía de Medio Ambiente temas relacionados con los servicios encomendados como son la protección del suelo, agua y atmósfera, la sanidad animal y de los alimentos, la conservación de especies de flora y fauna, la lucha contra los vertidos y contaminación del medio ambiente, el comercio ilegal de especies protegidas, actividades cinegéticas y de pesca irregulares o de apicultura, defensa de los espacios naturales, prevención, investigación y extinción de incendios, patrimonio arqueológico histórico y natural, y la ordenación del territorio.
Como conclusión, y en línea con el compromiso por la promoción integral de la cultura de seguridad y defensa de este Diario, y mío propio como su Delegado en Levante, hacemos unos breves recordatorios a instancias de la Guardia Civil, teniendo presente siempre que todos somos responsables de la protección de la naturaleza, para los días en que está determinado el Nivel 3 de Preemergencia:
Está totalmente prohibida la quema, barbacoas, a menos de 500 metros de zona forestal.
Está totalmente prohibido hacer fuego a gas o leña, por cualquier motivo, a menos de 500 metros de zona forestal.
Está totalmente prohibido realizar trabajos que produzcan chispa a menos de 500 metros de zona forestal.
Prestemos atención a estas simples pero muy importantes instrucciones para ayudar en su misión al SEPRONA y evitar en la medida de nuestras posibilidades, usando las palabras que utilizó el Apóstol San Pablo: " que la Creación siga gimiendo ".