Fidel García. En esa joya de la gran literatura española, Libro del Bueno Amor, un manual del Ars amandi cristiano relatado por el clérigo vitalista y festivo, Juan Ruiz, más conocido como Arcipreste de Hita nos relata en cuaderna vía, una de las expresiones más clásicas del arte literario español, una batalla grandiosa de proporciones gastronómicas y litúrgicas, porque no solo de carne vegana o verdadera, vive el hombre. Don Carnal, representado por un obeso varón con su ejército de carnes, que lucha dos días contra una dama escuálida rodeada con sus pescados, en pleno Carnes- Tolendas.” El adiós a las carnes”, ANTROXU ASTURIAS. Este año marcado no por la CoviD 19 sino el wokismo relato de todas las contradicciones y enfrentamientos sustentados en la transversal ideología de género que destruye cuanto toca.
La batalla que poetizan los versos clericales, los inicia Don Carnal arrogante y prepotente; sanguinario y vitalista que se impone sin contemplaciones a los ayunos y abstinencias de doña Cuaresma, que espera astuta imponer sus normas a partir del Miércoles de Ceniza: recuerda a todo fiel que se considera cristiano, que llegarán los tiempos de la conversión y la penitencia por el pecado, palabra maldita, pero muy común.
Con este bélico poema el genial clérigo de Hita nos deleita con un simbolismo en el que subyace la tendencia del ser humano hombre o mujer a rebelarse contra políticas que todo lo quiere controlar con imposiciones que violan los derechos fundamentales a la vida, a la libertad de expresión, a la propiedad y de comercio.
Si la Covid 19 que aún persiste en sus consecuencias, dejó una sociedad sufriente. el wokismo con sus contradicciones y subversión de los valores más naturales, está dejando heridas entre los más jóvenes e incluso niños.
El Papa Francisco en horas críticas, que no definitivas nos ha dejado unos profundos documentos que ponen el dedo en las llagas postmodernas; estos son: Tutti Fratelli y Evangelii Gaudium, su testamento, regalos que dona a los poderosos que lo visitan, aunque no le hagan mucho caso a la hora de parar las guerras.