Javier García-Isac. No es momento hoy de hacer memoria. Basta recordar los expolios cometidos por el Frente Popular durante nuestra contienda civil y de la generalidad del momento por robar todo lo que estuviera a su alcance. En eso, hemos cambiado poco. Hasta el mal llamado “Gobierno Legitimo”, se afanaba en llevárselo todo, ya fuera en lingotes de oro o en obras de arte de nuestro Patrimonio Nacional.
Hoy en día, en la actualidad, utilizamos métodos mas sofisticados. Desde la utilización de fondos públicos destinados a reptiles (en este supuesto, es plausible que el sujeto en cuestión confundiera la terminología y entendiera que ellos eran reptiles, en cuyo caso, es un importante atenuante), pasando por ERES falsos, ayudas a parados, venta fraudulenta de productos bancarios, cajas de ahorro, subvenciones a sindicatos y partidos políticos corrutos y ladrones, hasta llegar a las famosas y conocidas “tarjetas negras”.
Es bochornoso averiguar cómo las entidades públicas de las que estos ladrones eran consejeros y en las ocupaban cargos importantes, estaban arruinadas y en quiebra. Existían cuentas opacas con millones de euros disponibles para los gastos diversos de los presuntos delincuentes.
El robo y la corrupción no conoce colores políticos, pero duele pensar que algunos de esos sujetos han sido modelo para miles de ciudadanos.
Cómo a responsables sindicales, se les llenaba la boca de palabras pomposas y grandilocuentes para defender a los trabajadores, y en el fondo todo era una pose, una mentira para encubrir sus fechorías, utilizando su supuesta superioridad moral como cortina de humo para no ser descubiertos; o como el ex ministro Rodrigo Rato, el cual no ha podido caer mas bajo. No se trata ahora de devolver el dinero (que también), es el daño a la credibilidad de las instituciones. Daño irreparable. O cómo el Presidente de los empresarios madrileños, Arturo Fernandez, o el diputado de Izquierda Unida, o cómo tantos otros han utilizado su posición de superioridad para tratarnos al resto como imbéciles.
No vamos a entrar en las Sicav, por cierto, sociedades legales pero amorales entre las que se encuentran personajes muy conocidos como Almodóvar, otro estúpido que intenta dar lecciones mientras él tiene su dinero bien asegurado.
Estos son los peores, los generadores de odios y rencores para que nos matemos entre nosotros, pero ellos con todo a buen recaudo.
Tampoco quiero hablar de la familia Pujol y de cómo tratan a Cataluña y sus gentes, como si fuese su finca en tiempo medieval y con derecho de pernada. Si había un ladrón en Cataluña, era él y sus sucesores.
Pero lo de Rato es algo que me tiene anonadado. No soy muy dado a creer en conspiraciones pero creo que el Partido Popular, conocía sus debilidades (parece ser que ya tenía antecedentes durante su paso por el FMI), y le colocó en un puesto muy tentador y con muchas facilidades para tirar de tarjeta y dinero ajenos.
No sé qué tienen las personas con dinero que gastan mucho, pero nunca pagan de su bolsillo. ¿Será esa la clave de su éxito?