Wenceslao Pérez Gómez. 16 de junio. Un consorcio liderado por el grupo sueco Koenigsegg Automotive, ha llegado a un acuerdo de intenciones con General Motors para la compra del fabricante sueco de automóviles de alta gama Saab, lo que asegura el futuro de esta marca.

La venta, que se espera cerrar a finales de septiembre próximo, incluye un compromiso de financiación de 600 millones de dólares del Banco de Inversiones Europeo, garantizado por el gobierno de Suecia. El apoyo adicional para financiar las operaciones y las inversiones de programa de producto de Saab, debe ser proporcionado por General Motors y Koenigsegg Group AB, que incluye proyectos para lanzar varios nuevos productos que se encuentran en las fases de desarrollo, como son los modelos

9-3X; 9-5 Sedán y Wagon y 9-4X.

Saab solicitó su reorganización ante los Tribunales de Suecia, el 20 de febrero de este año. Ahora, este acuerdo de intenciones es un hito clave para Saab, que puede permitir emerger satisfactoriamente a partir de su proceso de reorganización.

Como parte de la transacción propuesta, General Motors seguirá proveyendo a Saab de arquitectura y tecnología de motores durante un periodo de tiempo definido. Además, Saab planea producir su siguiente generación de modelos 9.5 en la instalación de producción de la marca en Trollhättan, Suecia.

La venta estará sujeta a las condiciones habituales de cierre, incluyendo la recepción de las aprobaciones legislativas, del gobierno y de las cortes. Sin embargo, otros términos y condiciones específicas de la venta no han sido desvelados hasta ahora. Como consejero financiero para General Motors en esta operación, ha actuado el Deutsche Bank.

Hay que recordar que este acuerdo se produce a las pocas semanas de haber efectuado la venta de la marca alemana Opel al consorcio austriaco-canadiense Magna, lo que pone de manifiesto que GM esta “soltando lastre” con el fin de equilibrar sus resultados económicos y conseguir así la rentabilidad de sus marcas americanas.