Paula Gordon Gimeno. Isabel II se reunió este jueves con el Papa Francisco. La reina de Reino Unido y cabeza de la iglesia anglicana fue acompañada por su marido, el duque de Edimburgo, después de 14 años sin viajar al Vaticano.

Ha sido un encuentro privado y sin periodistas de unos veinte minutos de duración. Al saludar, el Pontífice ha dado la bienvenida en inglés a la Monarca y ella ha comentado su satisfacción con respecto al almuerzo que había tenido previamente con el presidente italiano Giorgio Napolitano y su mujer Clio Maria Bittoni en el Palacio del Quirinale. “Estábamos teniendo una agradable almuerzo con el presidente Napolitano”, comentó la Reina.

“Según ha comunicado la Santa Sede, el Papa Francisco ha regalado a la reina Isabel II un mapa mundi con una cruz de plata para su bisnieto, Jorge, hijo de los duques de Cambridge. Y también le ha obsequiado con un facsímile de un decreto del 600 que extiende el culto de San Eduardo, conocido como 'el Confesor', que fue rey de Inglaterra.”

La reina Isabel II y su marido han regalado al Papa una cesta de productos biológicos tales como como miel, carne… y una botella de whiskey escocés. Este último, suscitó la sorpresa del Papa Francisco. La Reina le explicó que el whisky había sido destilado en el castillo escocés de Balmoral, al norte.

Al no tratarse de una visita oficial el encuentro tuvo lugar en el salón adyacente al aula de audiencias Pablo VI. Y no en la Biblioteca privada del Palacio Apostólico, reservado a los jefes de Estado en visita oficial al Vaticano. En un principio, la reunión estaba prevista que se celebrase en Casa Santa Marta, residencia del pontífice, donde recibió en marzo a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

Varios meses antes, se había anunciado que la reina visitaría al Papa Francisco en el año 2013, pero por motivos de salud el viaje fue retrasado. La última vez que la reina Isabel II se reunió con un Papa fue en el año 2010, cuando Benedicto XVI visitó Reino Unido. Francisco es el cuarto Pontífice al que conoce, después de Juan XXIII, Juan Pablo II y Benedicto XVI.