La Corte colombiana pretende adoctrinar a los niños
Modifica mediante sentencia los manuales de convivencia y los proyectos educativos de todas las escuelas. Los padres de familia se han movilizado. La Iglesia colombiana les apoya.
La Corte Constitucional colombiana pretende modificar los manuales de convivencia y los proyectos educativos de las escuelas de todas las escuelas del país mediante una sentencia. Se trata de la resolución del caso de Sergio Urrego, un muchacho homosexual que terminó suicidándose.
El lobby gay y la Corte han querido ver en el ‘caso Urrego’ la oportunidad para avanzar en su agenda. La respuesta a la tutela presentada por la madre se produce en un tiempo record para la Corte: apenas nueve meses.
La realidad es que Sergio Urrego se quitó la vida no por ser discriminado sino por sus tendencias suicidas que habían sido advertidas por el colegio.
“Parece que la realidad no importa; lo que importa es imponer la agenda homosexual”, lamenta Ana María Ramírez, portavoz de ‘Un paso al frente’, la plataforma de padres que se ha aglutinado contra la sentencia de la Corte.
Sostienen que la decisión de la Corte viola la patria potestad de los padres y el derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus principios y valores. Pero además, viola la libertad educativa al imponer modificaciones cambios en los manuales de convivencia y proyectos educativos. Incluso viola la libertad religiosa al impedir que los centros religiosos puedan educar conforme a sus creencias.
De aplicarse la sentencia de la Corte, ‘Un paso al Frente’ advierte que esto es lo que enseñarían a todos los niños de Colombia:
• No se nace hombre o mujer; eso son categorías que se otorgan por roles y construcción social
• Todas las orientaciones sexuales son igualmente válidas mientras te hagan sentir bien contigo mismo
• Si quieres mostrar cariño y afecto, debes hacerlo. No importa que estés en la escuela
• Ningún adulto debe impedirte que muestres tus afectos en público; violaría el libre desarrollo de tu personalidad
Por todo ello han emprendido una campaña dirigida a los jueces de la Corte Suprema de Colombia pidiéndoles una rectificación de las partes más polémicas de la sentencia:
“Les pido que anulen los numerales tercero y cuarto de la T 478 de 2015. Su función no es legislar ni limitar las libertades de enseñanza, pensamiento y conciencia, sino resolver si en el caso concreto de Sergio Urrego existió daño o no a su derecho al buen nombre”
El presidente del episcopado colombiano, el card. Luis Augusto Castro, apoya al movimiento de padres de familia. Así se expresó en una reciente rueda de prensa a preguntas de los periodistas:
“Me parece muy bien (la movilización de los padres de familia) (…) La familia debe ser preservada (…) Los colegios están para servir a las familias no al revés. (…) no puede ser lo que se le ocurra a una Ministra o a un Ministro e imponerlo a los colegios, hay que escuchar a los padres de familia”
La posibilidad de alegar ante la sentencia de la Corte termina este miércoles 9. Si quiere apoyar la campaña, puede hacerlo aquí:
http://www.citizengo.org/es/28879-corte-no-pretenda-educar-nuestros-hijo...
CitizenGO