La crisis duplica las llamadas de socorro por “mobbing maternal” en el trabajo
Redacción Madrid. 5 de marzo.
Fundación Madrina ha recibido en el último año más de 30.000 llamadas, el doble de las recibidas en años anteriores. Las conclusiones del estudio realizado en 2008 por la fundación revelan que la crisis económica ha agravado en 12 puntos los despidos de mujeres por causa de maternidad, situándose en el 37%. Pero además, un 12% de mujeres no pueden acceder al mundo laboral por el mero hecho de estar embarazadas.
Las conclusiones del estudio “Mobbing maternal en España” indican que el perfil de las afectadas es el de una mujer joven de clase media, entre 25 y 30 años, con un contrato temporal principalmente, y estar embarazada o ser madre soltera con responsabilidades familiares, con bebés a su cargo menores de 1 año. En este sentido, el embarazo, la baja por maternidad, la reducción de jornada o el planteamiento de querer tener familia, repercute negativamente en la continuación del contrato laboral o bien dificulta el acceso al empleo. Además, 1 de cada 4 mujeres gestantes sufren violencia doméstica, especialmente durante el cuarto mes de su embarazo.
Las conclusiones del estudio señalan que “el embarazo se ha convertido en un factor de riesgo, y la maternidad en un factor de desigualdad y exclusión social para la mujer madre, pasando a ser la maternidad un producto planificado de consumo o una “commodity”, un recurso escaso y caro, limitado a unos pocos. La consecuencia es que en nuestro país se tenga que importar maternidad con los procesos masivos de adopción, siendo el segundo país del mundo G-2 en adopciones internacionales, después de EE.UU.”
En cuanto a las consecuencias empresariales y económicas, Fundación Madrina destaca que en España “estamos perdiendo talento femenino, ya que la “mujer madre” trabajadora aporta intangibles tan valiosos a la empresa como responsabilidad, productividad, madurez, creatividad y fidelidad”.
Según el estudio, el mobbing maternal se ejerce en España en un 41% en PYMES, un 24% en la empresa pública, un 27% en grandes empresas y empresas multinacionales y un 2% en empresas familiares.