La cruz ya viene hacia Madrid
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Redacción Madrid. 7 de abril.
Un grupo de veinticinco jóvenes madrileños recibieron ayer en Roma la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ). Ha sido al final de la eucaristía del domingo de Ramos que ha presidido Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro. Los cerca de 8000 jóvenes españoles presentes en la plaza han comenzado a aplaudir y lanzar vivas al Papa en ese momento, informa Religión Digital.
Mientras la cruz de madera, de 3,8 metros de alto, pasaba de las manos de los jóvenes australianos a los jóvenes españoles, el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco saludaba efusivamente al cardenal Gorge Pell, arzobispo de Sydney, de quien recibía el testigo de organizar la próxima JMJ que se desarrollará en la tercera semana de agosto del 2011 en la capital española.
Junto con la Cruz, también cambiaba de manos un icono de la Virgen, ambos símbolos de las jornadas de la juventud, y la responsabilidad, especialmente para la diócesis de Madrid, de organizar el próximo encuentro de los jóvenes que, si se cumplen las expectativas de los organizadores, podría reunir en Madrid a dos millones de jóvenes de todo el mundo.
Este gesto simbólico sucedía al final de la misa del domingo de Ramos. La eucaristía había comenzado a las 9’30 de la mañana, junto al obelisco situado en el centro de la Plaza de San Pedro. Allí, Benedicto XVI bendecía los ramos y presidía una procesión que terminaba en el altar, justo delante de la basílica vaticana.
En esa procesión tomaban parte un numeroso grupo de jóvenes españoles, además del cardenal Rouco y sus obispos auxiliares. La presencia española ha sido especialmente significativa. Además de los miles de jóvenes peregrinos, jóvenes madrileños han participado en las lecturas de la misa y en las ofrendas. También ha estado presente Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid acompañada por la consejera de educación y juventud, Lucía Figar.
Al finalizar la homilía, Benedicto XVI se refirió al gesto de traspaso de la Cruz de la JMJ señalando que “la Cruz está en camino de un lado a otro del mundo, de mar a mar”. Explicó que “cuando tocamos la Cruz, tocamos el misterio de Dios, el misterio de Jesucristo, el misterio maravilloso del amor de Dios, la única verdad realmente redentora”.
Todo un camino por delante
Hoy, después de la audiencia que concederá el Papa al cardenal Rouco y a los jóvenes españoles, y en la que el cardenal agradecerá a Benedicto XVI el haber elegido a Madrid para la JMJ de 2011, la Cruz viajará hasta España para ir recorriendo las distintas diócesis en los próximos dos años.
Pero también comienza un camino de preparativos para la cita de 2001. A buen seguro que los organizadores de Madrid tendrán en cuenta las indicaciones que, en estos días, han realizado los participantes al encuentro organizado por el Pontificio Consejo de Laicos –de quien depende la JMJ- para evaluar estas jornadas. Han sido 150 delegados de unos 70 países, que han comentado el impacto de la JMJ en la pastoral juvenil local y han respondido a una encuesta, elaborada por los organizadores de Madrid, sobre aspectos de forma y fondo de estas jornadas. Por cierto que, una de las preocupaciones que se ha puesto sobre la mesa ha sido el asunto de los visados para los jóvenes que vendrán de fuera de Europa.
La diócesis de Madrid tiene por delante un importante reto. Organizar un encuentro de las magnitudes de la JMJ exigirá la colaboración de administraciones públicas, implicación de las parroquias, movimientos, congregaciones religiosas, etc. De hecho ya ha solicitado disponibilidad de locales y espacios a parroquias y colegios de religiosos y religiosas. Pero esta implicación de toda la comunidad cristiana, que irá creciendo a medida que se vaya acercando el 2011, tiene que tener como objetivo fundamental la “educación en la fe” de los jóvenes, como ha señalado el propio cardenal de Madrid.