Principal

Diario YA


 

José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

el empeño de algunos para imponer su ideología sectaria y destructiva

La otra crisis: Censura progresista selectiva

Jesús Asensi Vendrell. Es de admirar; o mejor dicho, de horrorizar; el empeño de algunos para imponer su ideología sectaria y destructiva en todos los ámbitos de la sociedad. Y como de tontos no tienen un pelo, son sabedores que el camino más rápido y eficaz es introducirla de forma oficial en el sistema educativo desde los jardines de infancia a la universidad, pasando por todas las etapas educativas habidas y por haber. Y bien que lo están consiguiendo, con la aprobación de determinadas leyes estatales y autonómicas, manipulando y utilizando a su antojo los medios de comunicación, demonizando a todos aquellos que opinan o piensan diferente…

            Y así, gracias a intereses oscuros y de ese modo tan sutil y constante, la sociedad española acepta ya casi sin reparos que nuestros hijos reciban en la escuela la deformación de la “diversidad familiar y de género” que se han inventado algunos, realicen prácticas del uso del condón y de todo lo demás, lean libros que no merecen ISBN alguno y que son auténticos bodrios pornográficos, se les dispense en la farmacia la píldora abortiva “del día después” sin receta y sin conocimiento paterno, puedan mantener “relaciones sexuales legales” a partir de los trece años, naveguen “libres” sin control alguno por Internet encerrados en su habitación…

            Eso sí - obviando que han editado libros titulados “Desátame”, “Rebeldes, ni putas ni sumisas”, “Pídeme lo que quieras”, “Cincuenta sombras de Grey” o “Mi querido Zar” - han puesto el grito en el cielo, exigiendo la censura antaño franquista y la hoguera inquisitoria, a raíz de la aparición de un par de libros titulados “Cásate y sé sumisa” y “Cásate y da la vida por ella”, escritos por la periodista italiana Constanza Miriano. Y todo porque no siguen su ideología “progresista” imperante, porque se atreven a decir que uno es más feliz al dar que al recibir, que el quid de la felicidad está en “buscar servir y no ser servido” y porque tiene la osadía de decir a los jóvenes estas verdades más que experimentadas por unos y otros: “Después de que en una relación ha entrado el sexo, cambia todo: el hombre pierde la tensión de la conquista que lo hacía estar atento a los detalles, mientras que, por el contrario, la mujer, desafortunadamente, precisamente en ese momento, comienza a buscar mayores seguridades (…) Me gustaría decir que es bueno guardarse durante la espera (…) al menos por motivos simplemente humanos: cuando dos no están casados, ella se ofrece porque lo quiere retener junto a sí, él se desahoga y se aleja, entonces ella se vuelve a ofrecer aún más. Comienza la farsa de las mentiras dichas con el cuerpo y con la vida, con una vida que, en lo cotidiano, no corresponde a lo que hace el cuerpo: de la unión absoluta y total que se realiza en el amor físico se hacen eco dos vidas separadas, que no van en la misma dirección, y se comienza a mentir para mantenerse en una situación falsa (…) Para ti me gustaría una mujer inteligente, lo bastante autónoma como para saber que, con el sexo, abre su sagrario y que, aunque la televisión y el cine y los libros y los periódicos intenten convencerla de lo contrario, no es verdad que de antes o después no cambia nada, porque cambia todo. Ella acabará sufriendo si a esa apertura no le corresponde una coherencia vital. Lo hemos llamado conquista, como la el aborto, pero somos nosotras las primeras en sufrir por su causa, y en volver a encontrarnos solas”. Ahí queda eso… entre otras muchas cosas.

 

 
 

Etiquetas:Jesús Asensi Vendrell