Redacción Madrid. 13 de mayo. En la continuación de su visita a Oriente Próximo, el Papa Benedicto XVI dijo este miércoles en Belén que el Vaticano apoya el derecho de los palestinos a tener su propio Estado. "La Santa Sede apoya el derecho de su pueblo a una patria palestina soberana en la tierra de sus antepasados, segura y en paz con sus vecinos, dentro de fronteras reconocidas internacionalmente", indicó dirigiéndose al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas.
Durante su primera visita oficial a Cisjordania, el pontífice señaló que su corazón estaba con aquellos que han sufrido durante décadas.
El Papa afirmó que aunque la meta puede parecer muy lejana de alcanzar, urgió a todos a mantener la esperanza e hizo un llamamiento a los políticos para que intensifiquen sus esfuerzos con miras a resolver los obstáculos que dificultan la paz.
El Pontífice ofició una misa en la plaza del Pesebre, frente a la iglesia de la Natividad de Belén, la más antigua del mundo.
Posteriormente ha visitado un campo de refugiados palestinos.
El Pontífice tiene una agenda repleta de actos en Belén y se encontrará con representantes de la pequeña comunidad católica de Gaza, a quienes las autoridades israelíes les han dado un permiso especial para viajar a Belén.
El martes Benedicto XVI visitó a la Mezquita de la Roca, uno de los sitios más sagrados del Islam. Se convirtió así en el primer Pontífice en entrar a esta mezquita, cuya cúpula dorada domina la vista de la antigua ciudad de Jerusalén.
El Papa se dirigió luego al Muro de los Lamentos, que queda directamente debajo de la mezquita. Es un sitio de profunda relevancia religiosa para los judíos. Allí el Papa oró en privado.
Israel ha reforzado las medidas de seguridad en torno a la visita papal, en una operación que ha recibido el nombre de "Casulla Blanca", con decenas de miles de agentes desplegados y partes enteras de Jerusalén bloqueadas.